Los lugares reales donde se filmó Fantaghirò, el cuento de hadas de culto de los años 90.
En la década de 1990, Fantaghirò cautivó a generaciones enteras con las aventuras de una valiente princesa, llenas de magia, enemigos temibles e historias de amor imposibles. La miniserie italiana, inspirada en el cuento popular toscano « Fanta-Ghirò, Persona Bella », creó un mundo fantástico único gracias no solo a su guion y personajes, sino también a los impresionantes escenarios donde se filmó.
Desde la República Checa hasta Eslovaquia, pasando por Cuba y Tailandia, cada escenario contribuyó a crear la atmósfera de cuento de hadas que hizo famosa la saga.
¿De qué trata Fantaghirò?La serie se inspira en el cuento de hadas tradicional toscano , en el que una joven princesa demuestra valentía e inteligencia al enfrentarse a adversidades imposibles y ganarse el amor de un rey enemigo, logrando así la paz entre dos reinos. En la adaptación de Lamberto Bava de 1991, Fantaghirò se convierte en una guerrera moderna: independiente, audaz y capaz de enamorarse de Romualdo sin importar su género.
Las películas narran sus batallas contra fuerzas oscuras, brujas malvadas y criaturas fantásticas, en un mundo que mezcla magia, romance y aventura.
¿Dónde se filmó?Aunque gran parte del rodaje tuvo lugar en el extranjero, la producción, el vestuario y el diseño de producción son completamente italianos. Gracias a la combinación de escenarios naturales, castillos de cuento de hadas y localizaciones exóticas, Fantaghirò ha logrado crear un mundo evocador e intemporal, capaz de cautivar aún hoy a quienes lo amaron en la década de 1990.
TailandiaPara Fantaghirò 4 , algunas escenas se filmaron en Tailandia , concretamente en la antigua ciudad museo de Samut Prakan (Mueang Boran), a unos 30 km al sureste de Bangkok. Los templos y la arquitectura oriental ayudaron a recrear el reino del rey Tohor , adonde Fantaghirò viaja para detener el mal. La atmósfera exótica de los paisajes tropicales y los edificios históricos proporcionó el escenario perfecto para una historia fantástica con toques de aventura y misterio, transportando a los espectadores a un mundo lejano y mágico.
CubaLa quinta película de la saga, Fantaghirò 5 , se ambientó principalmente en Cuba , elegida por su belleza natural y sus paisajes tropicales, pero también por razones económicas. El director Lamberto Bava explicó: « Elegimos Cuba para reducir costes y darle a la serie un escenario completamente diferente. Aquí hay una escuela de cine extraordinaria, con técnicos capacitados y mano de obra cualificada. Claro que la burocracia lo ralentiza todo un poco, pero en Cuba, el dinero no lo compra todo ».
Aquí aterriza el galeón volador del malvado Sin Nombre y su tripulación de Arcimboldi, seres con apariencia vegetal. Las escenas más espectaculares, incluyendo el galeón del ogro devorador de niños, se filmaron entre playas, cuevas y el Parque Forestal Metropolitano de La Habana . En este capítulo, Fantaghirò se encuentra con los Memosughe, criaturas que absorben sus sentimientos, y debe reconstruir su vida en un mundo paralelo, lejos de su amor por Romualdo y su familia.
En los bosques de La Habana, donde se filmó la primera película de Tarzán con Johnny Weissmuller, se construyó un galeón pirata a escala real, mientras que los estudios de televisión RIV, ubicados en las antiguas oficinas de Fox, se transformaron en un mundo de magia, brujas y humo de colores gracias a los efectos especiales de Sergio Stivaletti .
Castillos de la República ChecaA pesar de los exóticos escenarios, los castillos de Europa del Este siguen siendo el corazón de la saga. El castillo de Bouzov , en la República Checa, fue elegido como el hogar de Fantaghirò. Su arquitectura gótico-renacentista dotó a las escenas de una atmósfera de cuento de hadas , realzada por el famoso pozo en el que la princesa se encuentra aislada de sus hermanas.
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El castillo de Pernstejn sirvió de residencia a Romuald, con sus imponentes torres y bosques encantados que sirvieron de telón de fondo para los momentos románticos de la serie. En Eslovaquia, el castillo de Bojnice albergó las escenas del palacio de la Bruja Negra, con sus torres, muros cubiertos de hiedra y jardines encantados. Los ríos, lagos y bosques circundantes completaron la estampa, haciendo que cada aventura fuera visualmente memorable.
