¿Israel? El mago de Eurovisión es... Sergio Jaén

De la mano de José Luis Uribarri aprendimos que en Eurovisión daba igual cómo cantaras porque los países “amigos” se votaban para mantener la cordialidad vecinal. El emblemático presentador se adelantaba al panel de los puntos y vestía de audacia y premonición lo que no era más que geografía. Portugal regaba a España con votos; “los doce puntos de Noruega van a ser para Suecia”, acertaba Uribarri; Chipre siempre le daba los 12 a Grecia; Macedonia a Albania; Rumanía a Moldavia… Hasta el 2009, cuando se introdujo el televoto, el factor geopolítico era clave en el resultado del festival. Había bloques -los escandinavos, los bálticos, los de influencia rusa-, sinergias históricas y culturales que acabaron sometidas a los avatares de los espectadores; y ahora, de las redes sociales.
Israel era el tercer país que más votos aportaba a España y, ahora, son las redes sociales las que ponen en marcha campañas pro Israel para castigar a Pedro Sánchez por su rechazo a las operaciones militares de Netanyahu en Gaza. Miles de muertos palestinos son replicados por miles de televotos españoles que censuran el posicionamiento de RTVE y sus presentadores, Tony Aguilar y Julia Varela, cuestionando la participación israelí en el certamen. “Frente a los derechos humanos, el silencio no es una opción. Paz y justicia para Palestina”, se leyó en la pantalla el sábado por la noche y Sánchez pedía ayer la expulsión de Israel de Eurovisión. Si se apartó a Rusia por la invasión de Ucrania sin que nadie se llevara las manos a la cabeza, “tampoco debería participar Israel. No podemos permitir dobles estándares en la cultura”.
Las consecuencias de la operación Israel sobre la puntuación a la actuación de Melody -quedó vigesimocuarta- y el habitual griterío digital dificultan la visibilización del auténtico mago de Eurovisión. Y no tiene nada que ver con la política. La apuesta creativa de Sergio Jaén -23 años, ilicitano afincado en Londres- hizo posible la victoria de Austria, con 436 puntos, y los 196 puntos que llevaron a Finlandia al undécimo puesto. También trabajó para Chipre, aunque no logró superar la primera semifinal.
JJ interpreta “Wasted love” durante la final de Eurovisión 2025
Martin Meissner / Ap-LaPresseAustria y Finlandia eran favoritas en las apuestas. JJ se impuso con una puesta en escena sobria y tensa, todo un naufragio sentimental en blanco y negro con coreografía de Borja Rueda. “En una época de consumo rápido, queríamos que Austria destacase por todo lo contrario”, explicaba Sergio Jaén. Por el contrario, en la actuación de Erika Vikman se abonó a la provocación sexual en un cabaret industrial.
Jaén no es un novato en Eurovisión. En el 2024, firmó la diabólica puesta en escena de Irlanda, una de las revelaciones de la edición que alcanzó el sexto puesto. ¿Por qué no trabaja para España? “Me encantaría, sería un sueño”, declaró este fin de semana. @kokoroMiss tiene la solución: “Sergio Jaén haciendo CINE otra vez. Secuestrémosle”. “Confirmamos que las mejores escenografías las ha traído Sergio Jaén? Efectivamente”. Quien no se consuela es porque no quiere: @davidmoreno proclama la particular victoria española: “España también ha ganado Eurovisión! No me puedo sentir más orgulloso por el triunfo de Austria”.
Orgullo exportado, como el talento de Sergio Jaén, que ha trabajado para Dua Lipa y dirige campañas de Puma, mientras la representación española sucumbe ante los tópicos: sombrero cordobés, vestido de volantes antes del brilli-brilli, guitarras flamencas y un “helicóptero” capilar… Sergio Jaén gana en el escenario y las redes; el resto es política.
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