Reina Sabas: la sexta muerte en Smart Fit que destapa la crisis

La cadena de gimnasios Smart Fit está en el ojo del huracán. La muerte de Reina Sabas, de 39 años, en la sucursal de Tlatelolco, es el sexto fallecimiento registrado en sus instalaciones desde febrero de 2024, lo que ha encendido las alarmas y provocado una investigación por homicidio culposo.
Una tragedia recurrente ha puesto bajo la lupa los protocolos de seguridad de una de las cadenas de gimnasios más grandes del país. Reina Sabas, una usuaria de 39 años, falleció la noche del pasado 20 de mayo mientras se ejercitaba en la sucursal de Smart Fit ubicada en Plaza Tlatelolco, en la alcaldía Cuauhtémoc. Según testigos, la mujer se desvaneció repentinamente en el área de máquinas de pierna y no volvió a reaccionar.
Lo que podría ser un incidente aislado se ha convertido en el centro de la indignación pública al revelarse que se trata del sexto caso fatal ocurrido en gimnasios de la misma cadena en un lapso de poco más de un año.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) ha tomado cartas en el asunto, colocando sellos de aseguramiento en el inmueble e iniciando una carpeta de investigación por el delito de homicidio culposo por omisión, lo que sugiere que se indaga una posible negligencia.
El caso de Reina Sabas no es un hecho aislado. La cronología de decesos en Smart Fit es alarmante y sigue un patrón preocupante:
- * Marzo de 2025: Un hombre de 40 años en Cuautitlán Izcalli, Edomex.
- * Noviembre de 2024: Un hombre de 74 años en Plaza Zentralia, Iztapalapa.
- * Abril de 2024: Loyda Y., de 60 años, en Parque Tepeyac, GAM.
- * Febrero de 2024: Ailene Sánchez, de 20 años, en Puerta Aragón, GAM. Testigos denunciaron que el personal intentó impedir que se llamara a una ambulancia.
- * Febrero de 2024: Un hombre de 49 años en Vía 515, Iztacalco, por un infarto.
«En varios de estos casos se ha señalado la falta de personal médico y la ausencia de protocolos de atención de emergencias», señala un reporte que agrupa los incidentes, apuntando a una posible falla sistémica en la cadena.
La pregunta central que surge de esta serie de tragedias es sobre la responsabilidad de la empresa. El modelo de negocio de bajo costo de Smart Fit, que ha democratizado el acceso al ejercicio, podría estar minimizando costos en áreas cruciales como la capacitación del personal en primeros auxilios o la disponibilidad de equipo médico esencial, como desfibriladores.
Reportes indican que en el contrato que firman los usuarios, la empresa podría deslindarse de responsabilidades al señalar que no cuenta con servicios médicos especializados, una cláusula que ahora está en el centro del debate legal y ético. La indignación pública exige respuestas: ¿el bajo precio del bienestar está costando vidas?
La Verdad Yucatán