Tercera marcha contra la gentrificación en CDMX: decomisan bomba molotov y objetos peligrosos

La Ciudad de México vivió este fin de semana la tercera marcha contra la gentrificación, una protesta que congregó a cerca de 200 personas, según informó el Gobierno capitalino. El objetivo de la movilización fue exigir vivienda digna y frenar el desplazamiento forzado que provocan los altos precios derivados de la llegada de extranjeros y proyectos inmobiliarios masivos en colonias tradicionales.
Aunque la manifestación avanzó de manera pacífica durante la mayor parte del recorrido, autoridades de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y de la Secretaría de Gobierno (SECGOB) reportaron el aseguramiento de objetos peligrosos, entre ellos una bomba molotov dentro de una mochila, así como bats, cadenas, pintura en aerosol y un martillo.
De acuerdo con el reporte oficial, uno de los momentos de mayor tensión ocurrió en las inmediaciones de la estación Juárez del Metro, donde se registró un breve enfrentamiento entre manifestantes y elementos de la SSC. A raíz del incidente, las autoridades decidieron cerrar temporalmente la estación, recomendando a los usuarios buscar rutas alternativas.
Durante la revisión de mochilas y pertenencias, agentes de la policía capitalina detectaron una mochila con gasolina, además de los objetos contundentes mencionados, que según la autoridad podrían haber sido usados para agredir o dañar el mobiliario público.
A pesar de este hallazgo, las autoridades confirmaron que la jornada concluyó con saldo blanco, sin personas detenidas ni lesionadas.
Los manifestantes denuncian que la gentrificación en zonas como la Roma, Condesa, Juárez y Centro Histórico ha provocado un aumento desmedido en los precios de renta y venta de vivienda, dificultando la permanencia de habitantes de larga data. «Nos están desplazando de nuestras casas y nuestros barrios», expresaron algunos asistentes, portando pancartas con consignas como “Vivir no debería ser un lujo” y “La ciudad no se vende”.
La protesta también puso el foco en el uso de espacios públicos, ya que al llegar al Zócalo capitalino, los asistentes denunciaron que no se les permitió el ingreso a la Plaza de la Constitución, la cual permanecía resguardada para el espectáculo de videomapping que se presenta cada noche.
“Nos cierran el Zócalo mientras nos quitan nuestras casas”, señaló una de las manifestantes a medios independientes que cubrían la movilización.
Al no poder acceder al Zócalo, el contingente retomó el rumbo hacia el Eje Central, aunque no se precisó el destino final de la movilización. Los organizadores no descartan más marchas en las próximas semanas, especialmente si no se atienden sus demandas de manera concreta.
Esta fue la tercera ocasión en lo que va del año que se convoca a una movilización bajo el lema “Contra la gentrificación y por el derecho a la ciudad”. Las anteriores protestas también estuvieron marcadas por la vigilancia policial y la tensión entre colectivos y autoridades.
El Gobierno de la Ciudad de México ha señalado en anteriores ocasiones que el fenómeno de la gentrificación es multifactorial, y que se están evaluando políticas públicas de vivienda incluyente. No obstante, organizaciones civiles y académicos han criticado que las acciones aún son insuficientes para frenar el alza desproporcionada en los precios de arrendamiento y la pérdida del tejido social en las colonias afectadas.
Hasta el momento, no se ha emitido un pronunciamiento específico por parte de la Jefatura de Gobierno sobre esta tercera marcha ni sobre el decomiso de objetos peligrosos.
La tercera marcha contra la gentrificación en CDMX refleja el creciente malestar social ante la pérdida del derecho a la vivienda y al espacio público. Aunque la jornada terminó sin mayores incidentes, el hallazgo de una bomba molotov y otros objetos peligrosos plantea dudas sobre posibles infiltraciones o tácticas de confrontación. Mientras tanto, el debate sobre el modelo de ciudad que se construye sigue abierto, y los habitantes piden ser escuchados antes de ser desplazados.
La Verdad Yucatán