SAP se impone sin hacer ruido a los primeros actores de Silicon Valley

El proveedor de software alemán genera ingresos más altos tras dar el salto a la nube.
Algunos rincones del mundo tecnológico son más glamurosos que otros. Amazon, Microsoft y Alphabet están a la cabeza de las revoluciones del sector, desde los servicios en la nube hasta la inteligencia artificial. Pero son los dignos pero aburridos proveedores de software como SAP los que están robando los corazones de los inversores.
Basta pensar que, con una valoración de 320.000 millones de euros, el proveedor alemán de software para automatizar funciones administrativas es la empresa más valiosa de Europa. Las acciones han subido casi un 50% en los últimos 12 meses, lo que valora al grupo en 42 veces los beneficios que se espera que obtenga este año según las estimaciones de Bloomberg. Esa cifra supone más del doble de la valoración de Alphabet, propietaria de Google, dos tercios más que la de Meta Platforms y una prima considerable con respecto a Amazon.
SAP y sus similares han experimentado una revolución silenciosa. Los tiempos han cambiado desde que su negocio consistía en suministrar pesados discos a los departamentos de informática, y obtener un canon de uso de licencia por sus problemas.
En su lugar, el software ha ido migrando a la nube. Alrededor del 80% de las operaciones de los clientes de SAP se desarrollan en infraestructuras gestionadas por los llamados hiperescaladores, como se conoce a los grandes proveedores de la nube. El mes pasado, SAP renovó su asociación con el proveedor chino de la nube Alibaba; Workday ha ampliado sus acuerdos con Google Cloud Marketplace y Amazon Web Services.
Si bien es bueno para los hiperescaladores, los proveedores de software también se beneficiarán de ingresos más altos y rendimientos mucho mayores por el salto a la nube. El aumento de los ingresos se debe a la posibilidad de vender a los clientes nuevos productos y actualizar rápidamente los existentes. La IA puede incorporarse más fácilmente; SAP Analytics Cloud, por ejemplo, añade planificación y conocimiento. SAP aspira a contar con más de 400 herramientas de IA para finales de año.
Mientras tanto, apoyarse en los hiperescaladores permite a los proveedores de software liberarse de la fuerte inversión necesaria para construir y actualizar centros de datos, por no hablar de los costes de funcionamiento de una operación con un alto consumo de energía. SAP, por ejemplo, ha elevado su rentabilidad sobre el capital medio invertido del 8,4% en 2020 al 10% el año pasado; las cifras de consenso prevén un 14,6% en 2027, según Visible Alpha.
Hay potencial para que se produzcan guerras territoriales, ya que los operadores de la nube se han especializado en el desarrollo de herramientas de IA y, en algunos casos, también de aplicaciones empresariales, difuminando la línea entre infraestructura y software. Fijémonos en Oracle, a caballo entre ambos; el grupo estadounidense espera que su cartera de contratos de informática en la nube se duplique con creces el año que viene.
Estas preocupaciones no bastan para asustar a los inversores. Se espera que los beneficios de SAP crezcan a una media compuesta del 22% anual hasta 2028, según las estimaciones de S&P Capital IQ. En un sector tecnológico cada vez más atrevido, incluso las empresas aburridas pueden convertirse en éxitos arrolladores.
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