Guillermo Hermoso de Mendoza hace historia en Pamplona: dos oreja y rabo en el hito con Veleto

La primera cita de rejones de la era post Pablo Hermoso de Mendoza en Pamplona pasará a la historia por el hito de su hijo Guillermo con Veleto, una faena magistral a un toro sensacional: dos orejas y rabo y vuelta al ruedo en el arrastre como guinda a una corrida extraordinaria de Carmen Lorenzo. Después o muy detrás quedó todo lo demás: el debut de Léa Vicens -primera mujer en San Fermín- lastrado por los aceros y la afanosa voluntad de Roberto Armendariz. Aquélla paseó el anillo y éste una orejita de unos lotes que ofrecieron la gloria.
Un toro guapísimo de nombre feo (Pesetero) había abierto la corrida con un tranco fabuloso, un son caro que Roberto Armendariz gastó en larga y plana labor hasta estrellarse con los aceros. La ovación fue para el pupilo de Carmen Lorenzo.

Un sobrero de El Capea bravísimo saltó al ruedo tras la infortunada muerte del titular en fulminante choque contra un burladero. Léa conectó con el toro y Pamplona como un sola voz en vibrante faena, muy vivo el ritmo marcado por el murube. El buen nivel exhibido por la amazona francesa quedó empañado en la hora crucial de la muerte y, a últimas, por el abuso de los auxiliadores. Se animó a dar una vuelta al ruedo.
La más alta cota de rejoneo la puso Guillermo Hermoso de Mendoza y ya quedó patente en una meritoria y trabajada obra: el tercero exigió todos sus registros técnicos y lidiadores. Más disparo que ritmo en su obediencia. Hermoso construyó con exposición el triunfo, certero en las reuniones. El par a dos manos con las cortas electrificó tanto la plaza que pasó por encima de un pinchazo, un rejonazo muy trasero y un golpe de descabello: una oreja.

Otra se llevó Armendariz -pinchazo y rejonazo bajo- con un cuarto hondo, de buen fondo, por su afanosa voluntad. Hubo un salto de presentación con más terciado quinto -de El Capea-, que también embistió notablemente. Léa Vicens, desacertada a la hora de clavar, batiendo demasiado, muy abierta en las reuniones, fue encontrando el tino. Pero ya era tarde y la cosa no tomó cuerpo. Cayó bien en Pamplona.
Cerró la gran corrida de Carmen Lorenzo otro toro formidable, en el son del primero pero aún mejor, y con él Guillermo cuajó la faena cumbre de la tarde y de su vida en San Fermín. Descomunal. Un "espadazo" en todo lo alto, espectacular la muerte. Dos orejas y rabo y la vuelta al ruedo en el arrastre para Veleto [chapó para la sensiblidad del presidente, de aficionado cabal en todas sus decisiones]. El hito de su carrera, un chupinazo de ley.
Monumental de Pamplona. Domingo, 6 de julio de 2025. Segunda de feria. Lleno. Toros de Carmen Lorenzo y dos de El Capea (5º y el sobrero 2º bis); de gran juego; fuera de serie el 6º, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre; extraordinario el 1º; bravísimo el 4º; buenos 4º y 5º.
Roberto Armendariz, tres pinchazos y rejonazo (silencio); pinchazo y rejón bajo (oreja).
Léa Vicens, pinchazo, pinchazo hondo, medio rejón trasero y descabello (vuelta al rueso); medio rejón y dos descabellos (saludos).
Guillermo Hermoso de Mendoza, pinchazo, rejón muy trasero y descabello (oreja); rejón en todo lo alto (dos orejas y rabo). Salió a hombros por la puerta del encierro.
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