Sijena aguarda sus pinturas

“Que se dejen de excusas y las devuelvan ya”. Es la opinión de Miguel Jarde, jubilado oscense que acaba de visitar la sala capitular del monasterio de Santa María de Sijena, a donde una reciente sentencia del Tribunal Supremo ordenó que vuelvan las pinturas murales que desde hace décadas se exponen en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC). Un sentimiento que comparten, con mayor o menor vehemencia, el resto de visitantes, en su mayoría aragoneses. “Hasta que no las traigan no podremos pasar página y hacer las paces”, añade.

En un día radiante, con las cigüeñas tostándose al sol y la maquinaria agrícola a pleno rendimiento, es fácil olvidar que este monasterio localizado en la margen derecha de los Monegros protagoniza desde hace años un enconado conflicto entre dos comunidades vecinas. Hoy, como cada viernes desde que en marzo abrió el museo que expone un tercio de los bienes reclamados a Catalunya, es día de visita. Los cinco coches del aparcamiento indican que al primer turno apenas han acudido turistas. Para el segundo hay 20 curiosos y este diario.

“Desde la sentencia se nota más movimiento”, apuntan desde la recepción, donde han registrado unas 3.500 visitas en algo más de dos meses abiertos (un 79% de Aragón y el resto de otras comunidades, principalmente catalanes). Natural de la zona, la empleada ve “positivo” la llegada de las pinturas, ya que podrán atraer a más visitantes. “Muchos de los que han venido dicen que repetirán cuando estén instaladas”, apostilla.

La visita comienza en el patio de entrada y sigue con su itinerario habitual: torre de defensa -de donde salía la fumata blanca al elegir nueva priora-, portada, iglesia, panteón real, capilla y refectorio, preludio del plato fuerte de la jornada. “Esta es la famosa sala capitular, donde todo está preparado para colocar las pinturas”, comenta la guía. Palabras que coinciden con las del presidente aragonés, Jorge Azcón, quien, nada más conocer el fallo, apuntó que el monasterio está “en perfecto estado de revista” para las obras

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En total, el Gobierno de Aragón ha invertido casi dos millones de euros en restaurar la sala capitular. Además de sustituir la cubierta, reparar los revestimientos o reforzar y consolidar los arcos, aseguran que su acondicionamiento reproduce la situación medioambiental –temperatura y humedad- de la sala donde se exhiben actualmente. “Aquí tendrán las mismas condiciones que en el MNAC”, defendió la consejera de Cultura, Tomasa Hernández.

Además, el Ejecutivo creó en 2020 un grupo de trabajo multidisciplinar con expertos que cuenta con un plan técnico para el “desmontaje, traslado, conservación, restauración y exposición” de las pinturas. Aún así, Azcón incide en que Catalunya es responsable de moverlas “en el menor plazo de tiempo posible” y “con todas las medidas de seguridad” posibles. “Confío en que la Generalitat va a colaborar”, afirmó tras verse con Salvador Illa el viernes.

Esta semana, nueve ex consellers de Cultura de la Generalitat (Àngels Ponsa, Mariàngela Vilallonga, Laura Borràs, Lluís Puig, Santi Vila, Joan Manuel Tresserras, Ferran Mascarell, Caterina Mieras y Joan Guitart) presentaron un comunicado contra el traslado de las pinturas “que podría suponer la pérdida irreparable de una obra maestra del patrimonio cultural” pues “son obras extremadamente frágiles, como ha reconocido la comunidad científica y técnica especializada”.

“Ahora que han perdido la batalla judicial van a por la social”, critica el zaragozano José Miguel Campos, en referencia a esos informes técnicos que desde Catalunya desaconsejan el traslado. Jesús Cantín, de Cartuja de los Monegros, también sospecha de estos argumentos. “Para llevárselas o prestarlas a otros museos no pusieron tantas pegas”, asevera antes de pasar al museo, donde concluye la visita (el MNAC aclaró el viernes que en el pasado se hizo algún préstamo “puntual” y de “pequeños fragmentos”, pero que, desde 1995, no han salido de la estancia en que se instalaron).

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Más conciliador se muestra el alcalde de Villanueva de Sijena (350 habitantes), José Jaime Castellón. Considera cuestión de “dignidad” la vuelta de este tesoro del románico, un “activo” para la economía de la zona. “Los técnicos tendrán la última palabra”, sostiene. Además, ve en el retorno “una oportunidad de reconciliación” entre las dos comunidades, por lo que pide “altura de miras” a las administraciones implicadas.

El concejal también carga contra el proyecto de instalación de cinco aerogeneradores de 200 metros de altura en las inmediaciones del monasterio, preocupación que comparte con los vecinos. “Es una barbaridad, una visión dantesca”, subraya el portavoz de ‘Sijena sí’, Juan Yzuel, que ha llevado el asunto a las Cortes aragonesas. Desde su plataforma, trabaja por encontrar una orden de religiosas que quieran instalarse en el monasterio y le devuelvan la vida, sin cerrar las puertas a emprender nuevas acciones judiciales para reclamar piezas de Sijena a otros museos. “Que nadie se lleve las manos a la cabeza si vuelve a haber pleitos”.