¿Hugo López-Gatell a la OMS? Despropósito que sacude al sensible sector salud

En un sector tan delicado como el de la salud en México, donde la destrucción del sexenio anterior dejó huecos enormes en la atención a pacientes como desabasto de insumos, austeridad extrema y precariedad de los servicios públicos, cualquier decisión en torno a los responsables resuena con fuerza. El rumor de que el controvertido exsubsecretario de Salud Hugo López-Gatell podría ser designado como representante de México ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) desató una tormenta de reacciones. Pero, ¿de dónde surge esta versión y qué tan viable es?
La chispa que encendió la controversia fue una publicación en X de María Elena Álvarez-Buylla, exdirectora del extinto Conacyt y hoy profesora en el Instituto de Ecología de la UNAM, felicitando a López-Gatell por su supuesto nombramiento como representante ante la OMS/OPS en Ginebra, destacando su gestión durante la pandemia de COVID-19. Sin embargo, ni ella ni Gatell ocupan cargos en la actual administración de Claudia Sheinbaum, lo que añadió duda al rumor.
La noticia se propagó rápidamente en redes sociales, pero fue desmentida por el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, negando que hubiera propuesta oficial enviada al Senado, necesario para aprobar nombramientos diplomáticos. Hasta la fecha, ni el gobierno de México ni la OMS/OPS han confirmado oficialmente la designación; el tema está en el terreno de la especulación.
Pero además se dio tras otra designación controvertida: la de Juan Ferrer, exdirector del Insabi, como embajador ante la UNESCO en París. Ferrer, artífice de la desaparición del Seguro Popular y de la creación del fallido Insabi, dejó un sistema de salud en ruinas, tras casi vaciar el fondo que cubría enfermedades de alto costo para no derecho-habientes, y una deuda millonaria con proveedores médicos, que aún hoy frena la solución al desabasto de medicamentos. La presidenta Sheinbaum el fin de semana prometió resolver el problema en julio de 2025, pero tras reiterados incumplimientos, la credibilidad de estas promesas se ha erosionado.
La supuesta designación de Gatell ha generado especulaciones sobre un posible intento del ala dura de Morena, afín al expresidente Andrés Manuel López Obrador, de posicionar a figuras controvertidas. Ni Ferrer ni Gatell ni Buylla forman parte del equipo de Sheinbaum, más orientado a perfiles técnicos y menos ideologizados. Esto ha llevado a algunos a interpretar el rumor como una maniobra para alejar a Gatell del foco político nacional, donde su imagen sigue siendo objeto de críticas.
Hay que recordar que Gatell se autovinculó con la OMS en 2020, cuando fue nombrado miembro de un panel para el Reglamento Sanitario Internacional por cuatro años, un rol técnico sin remuneración ni presencia permanente en Ginebra. Ahora, hay que aclarar que la representación de México ante la OMS recae principalmente en el secretario de Salud, actualmente David Kershenobich, a quien le toca asistir a la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) o delegar a alguien más. Además, los comités de consulta de la OMS no son asignados por países, sino por invitaciones directas o convocatorias abiertas, como ocurrió con el Dr. Julio Frenk en 1998, invitado personalmente por la entonces directora general Gro Harlem Brundtland, sin intervención del gobierno mexicano.
En la OMS, los países miembros participan a través de delegaciones en la AMS, el Consejo Ejecutivo y los comités regionales de la OPS. México, como miembro activo, envía delegaciones lideradas por altos funcionarios de la Secretaría de Salud y la Misión Permanente en Ginebra. En la 77ª AMS de 2024, México estuvo representado por el director de Cenaprece y la embajadora en Ginebra, promoviendo iniciativas como una Red de Políticas Públicas de Sistemas Alimentarios. No hay evidencia de que Gatell ocupe un cargo en estas instancias en 2025.
Las plazas en la OMS, cuando existen, se cubren por méritos profesionales, no por designaciones gubernamentales. Por ejemplo, Frenk, quien fue candidato a la dirección general de la OMS en 2003, compitió por méritos propios, no como representante oficial de México. En este sentido, la idea de que Gatell sea “enviado” a la OMS por el gobierno mexicano carece de lógica dentro de los procesos de la organización.
Eleconomista