Mazón presenta un plan de 29.000 millones tras la DANA y pide una empresa mixta hídrica con el Estado

El presidente valenciano Carlos Mazón presentó esta mañana el que ha sido su escudo para continuar al frente de la Generalitat Valenciana pese a las duras críticas y las manifestaciones en contra de su gestión por la DANA: el plan para la Recuperación Económica y Social. El plan, bautizado como Endavant, incluye crear una empresa mixta entre la Generalitat Valenciana y el Gobierno central para afrontar las obras hídricas necesarias para evitar que se repitan inundaciones como las vividas. El acto no contó con representantes del Gobierno de Pedro Sánchez lo que anticipa que no pondrán una alfombra a su ejecución.

El plan estrella de Mazón anunciado 244 días después de que el agua se llevara por delante la vida de 228 personas depende en parte de la buena voluntad del Gobierno central de Pedro Sánchez, algo que vista la falta de coordinación y diálogo actual se antoja más que complicado.

Según explicó el vicepresidente segundo y conseller para la Reconstrucción, Francisco Gan Pampols, el monto total de las 339 medidas incluidas en el plan alcanza los 29.000 millones de euros, de los que el Gobierno valenciano asumiría 14.500 millones, mientras que la Administración General del Estado debería aportar 12.600 millones. El resto corresponderían a empresas privadas, como concesionarias de servicios de agua o los operadores de telecomunicaciones y energía.

El exteniente general elegido por Mazón para diseñar este plan, en el que han participado PwC y Tragsatec, reconoció que "o se produce un milagro o vamos a tener que seguir pidiéndolo y endeudarnos", aunque insistió en que es cuestión de voluntad tras la mayor catástrofe natural de este siglo en España.

En las 339 medidas que van de actuaciones hídricas a cambios en las normativas, ayudas e incentivos fiscales y nuevos protocolos de emergencias y formación a la población, le corresponden a la Generalitat 266 en solitario, otras 21 son exclusiva del Estado, 11 de los ayuntamientos y 8 del sector privado. Además, 33 son compartidas, entre ellas algunas de las más vitales y que llevan años de bloqueos.

Empresa mixta para las obras fundamentales

Por su parte, Mazón aseguró que el plan incluye una "revolución de las infraestructuras en el barranco del Poyo y en el cauce del Magro", los más afectados por las riadas, que incluya tanques de tormenta y parques inundables, además de ampliar los cauces y la capacidad.

El barón del PP propone para ello la creación de una empresa pública mixta del Estado y la Generalitat que sea la que asuma las grandes obras hidráulicas necesarias para evitar que se repitan desgracias como la vivida a apenas unos kilómetros del centro de Valencia.

También asegura que el plan incluye la petición de la creación de una Agencia Estatal del Agua con sede en la Comunidad Valenciana y un estudio integral en colaboración con el Gobierno para conocer por qué los puentes no aguantaron y aplicar soluciones de cara al futuro.

Para hacer frente a la necesidad de vivienda en los municipios afectados, propondrá la colaboración público-privada para el desarrollo de suelo y construcción de viviendas mediante la constitución de empresas mixtas participadas por la Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo con promotores. Una fórmula que la predecesora de esa empresa pública valenciana ya intentó en los anteriores gobiernos del PP en la Generalitat con escaso éxito.

Bombas de achique, como extintores

Entre las propuestas normativas, señaló que se incluirá la obligación de al menos una bomba de achique automática en todos los edificios públicos o privados, "a imagen de la obligación de extintores de incendios". Además, el Gobierno valenciano contempla que la prevención del riesgo de inundaciones se equipare con la prevención de incendios, con rutas de evacuación planificadas y formación a todos los niveles.

Mazón se volvió a escudar en que "no existe en el mundo Administración que cuente con herramientas para evitar que un episodio de lluvias acabe pulverizando récords de precipitación" y que en los últimos 10 años la Comunidad Valenciana había vivido 30 alertas rojas por precipitaciones y ninguna había tenido los efectos de ésta.

"No hay ninguna experiencia previa que nos pudiera haber preparado para perder 228 vidas humanas en una riada absolutamente desbocada, ni a sufrir una devastación social y material como la que provocó el barranco del Poyo aquella jornada", llegó a asegurar, pese a que en la historia reciente de la provincia de Valencia se registran desgracias como la riada de 1957 o la pantanada de Tous de 1982, también en el mes de octubre.