Trump dice en un mitin que duplicará hasta el 50% los aranceles del acero

Ni un día sin anuncios, sorpresas, pleitos y cambios de opinión. El presidente de Estados Unidos ha anunciado hoy, 48 horas después de que un tribunal federal especializado en comercio tumbara la gran mayoría de sus aranceles, que duplicará hasta el 50% el gravamen al acero y aluminio llegado desde el exterior. Aunque la decisión de esos jueces ha sido recurrida y hay unas medidas cautelares para suspenderla, lo que significa que formalmente los aranceles seguirán activos por lo menos unas semanas más, antes de que la corte de apelación se pronuncie sobre ello, el mensaje enviado ha sido un toque de atención para la administración.

La decisión no llega tras un profundo análisis de coste-beneficio, tras calcular qué impacto podría tener en la economía en general y en la industria en particular. El presidente y su equipo han improvisado sobre la marcha y han presumido de ello. "Le pregunté al grupo: '¿Preferirían un aumento del 40%?'. Porque pensaba en el 40% cuando llegué, pero le dije: '¿Preferirían un 40% o un 50%?'. Dijeron: '¡Bueno, del el 50%!'... Así que, ¡felicitades!'", ha dicho abiertamente.

Para imponer esos aranceles mal llamados recíprocos, que hasta julio al menos suponen un recargo del 10% a todo producto que llega a EEUU, Trump tiró de una ley de emergencias económicas de 1977 que nunca se ha utilizado para esto. El panel del Tribunal de Comercio Internacional sostiene que el presidente de excedió en sus poderes, que las competencias arancelarias son del Congreso y que si quería cambiar la política comercial debería haberlo hecho a través de congresistas y senadores.

Lo mismo sobre los aranceles a China, México o Canadá con la excusa de la lucha contra el fentanilo. El panel decretó que no era una decisión válida, porque gravar un sofá, un tomate o unos pantalones no tiene nada que ver con detener la entrada de narcóticos. Sin embargo, ese tribunal, como otros inferiores, no han dicho nada de los aranceles sectoriales, que se han aplicado usando tras provisiones legales. Aluminio, acero, pero también los coches y sus componentes, están al margen y no han sido suspendidos. Y por eso, el presidente, enfadado, ha decidido incidir en ello, asegurando que había empresas que estaban logrando esquivar los aranceles del 25%, o evitar las consecuencias, pero "no podrán hacerlo con el 50%".

En un mitin en Pittsburgh, en la planta principal de US Steel, una empresa legendaria cuya venta (con muchas condiciones y una acción de oro) está a punto de autorizar a la japonesa Nippon Steel, Trump ha querido congraciarse con los trabajadores del sector, preocupados por sus puestos de trabajo y masivamente partidarios de los aranceles. Y a los que en la campaña les prometió que no permitiría la venta. "No habrá despidos ni subcontratación alguna y todos los trabajadores de US Steel recibirán pronto un merecido bono de 5.000 dólares", les ha dicho.

Trump anunció igualmente que Nippon invertirá 2.200 millones de dólares en la planta de Mon Valley de U.S. Steel, a las afueras de Pittsburgh, y 7.000 millones de dólares en la modernización de las operaciones en Indiana, Alabama, Arkansas y Minnesota. Según el acuerdo, los altos hornos de la compañía operarán durante los próximos 10 años y los trabajadores recibirán una bonificación de 5.000 dólares.