España suma más de un millón de extranjeros a su plantilla en una década

Nuevos datos han mostrado que España sumó más de 1,4 millones de trabajadores extranjeros en una década, una tendencia bien recibida por los economistas que pronostican que España necesitará una fuerza laboral migrante cada vez mayor para mantener a flote su sistema de bienestar y sus pensiones.
La economía española ha sumado 1,4 millones de trabajadores extranjeros en 10 años, según muestran nuevos datos sobre migración .
Datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones revelan que en junio de 2015 había 1.668.099 extranjeros trabajando legalmente en España, 693.728 procedentes de países de la UE y otros 974.371 (58,4 por ciento) del resto del mundo.
Una década después, hay un total de 3.096.015 migrantes trabajando en España, más de 1,4 millones más. Casi un millón (958.455) proceden de otros países de la UE, un 38,2 % más que hace una década, y más de dos millones (2.137.560) son ciudadanos de fuera de la UE procedentes del resto del mundo.
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En otras palabras, en los últimos 10 años, el número de extranjeros en España ha aumentado un 84,6 %. En el caso de los inmigrantes extracomunitarios, el aumento es de un sustancial 118 %. Esto refleja un aumento repentino de la migración a España procedente de países no europeos, especialmente de países latinoamericanos, en los últimos años.
En términos de distribución geográfica, alrededor de dos tercios de los trabajadores extracomunitarios que llegaron en los últimos 10 años se han establecido en las cuatro regiones más pobladas del país: 257.408 en Cataluña (22,1 por ciento); 219.868 (18,9 por ciento) en Madrid; 154.465 (13,3 por ciento) en Andalucía y 144.250 (12,4 por ciento) en Valencia.
El noroeste de España lidera en términos de aumento relativo de trabajadores no pertenecientes a la UE durante la última década, con Galicia en primer lugar (un aumento del 233,7 por ciento), por delante de Castilla y León (209,4 por ciento) y Asturias (180,4 por ciento).
Otras regiones con incrementos superiores a la media son Valencia, Castilla-La Mancha, Navarra, Cantabria, Andalucía, País Vasco, Aragón y Baleares.
Por debajo de la media se sitúan La Rioja, Canarias, Madrid, Extremadura, Cataluña y Murcia.
A nivel provincial, cuatro provincias estuvieron cerca de cuadruplicar su número de trabajadores extranjeros: Zamora (un 271,8 por ciento más), Ourense (271,3 por ciento), A Coruña (268,5 por ciento) y Valladolid (261,8 por ciento), y en otras seis la tasa se triplicó con creces: Segovia, Lugo, Palencia, Huelva, Ávila y Burgos.
Sólo seis provincias no han visto duplicarse el número de trabajadores extracomunitarios en la última década: Barcelona, Las Palmas, Girona, Almería, Tarragona, Cáceres y Murcia.
Esto ocurre en un momento en que la inmigración se convierte en un tema cada vez más controvertido en España. Los recientes disturbios raciales en la pequeña ciudad de Murcia contrastan con la necesidad estructural subyacente de trabajadores migrantes en la economía española.
Un estudio del Banco de España del año pasado estimó que el país necesitará hasta 25 millones más de trabajadores inmigrantes en 2053 para combatir el envejecimiento demográfico y mantener la proporción de trabajadores por pensionistas para sostener el sistema de pensiones.
Los trabajadores extranjeros han contribuido al 80 por ciento del crecimiento del PIB en España desde 2019, según el Banco Central Europeo, destacando que los inmigrantes en España también son trabajadores y contribuyentes.
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