Seleccione idioma

Spanish

Down Icon

Seleccione país

Mexico

Down Icon

En política, no hay nada como guiarse por un economista inexistente… o la IA

En política, no hay nada como guiarse por un economista inexistente… o la IA

Un político es la suma de un montón de cosas, a menudo ajenas a él. Ningún candidato llega a ostentar la presidencia de una nación democrática sin la inestimable ayuda de un sinfín de personas afines e intereses calculados, empezando por los ciudadanos que han tenido a bien votarle en las urnas.

Pero el líder, por muy personalista y carismático que sea, no sería nada sin contar con un verdadero ejército de escandalosamente bien remunerados asesores de muy variada índole nombrados a dedo y que ejercen un enorme poder desde un anonimato poco democrático. Y como cualquier hijo de vecino, no existe político que no tenga lagunas intelectuales y culturales. Llenar estas lagunas es una de las principales tareas, sin que se note demasiado, de sus asesores.

Notorio es el caso acaecido en el 2003 cuando el a la sazón secretario de Economía del PSOE, Jordi Sevilla, al darse cuenta de que su jefe y el líder de la oposición José Luis Rodríguez Zapatero confundía ciertos términos económicos, le dijo que bastaría un par de tardes para sacarle de su ignorancia.

Entre los incontables asesores de Donald Trump, se ha sabido que había al menos uno inexistente que atendía por Ron Vara, un reputado y muy citado en los círculos de Trump economista de Harvard y adalid de las políticas arancelarias del presidente. El tal Vara debía sus quince minutos de gloria al economista de carne y hueso Peter Navarro, que sí ejercía una notable influencia sobre las posiciones proteccionistas de Trump.

Lee también El ensayo general que no cesará hasta el gran estreno John William Wilkinson
El teatro

Navarro, para dar más credibilidad a sus planteamientos, gustaba de citar a Ron Vara, ese supuesto profesor de Harvard. Mas no tardaría el New York Times y otras publicaciones en descubrir que Ron Vara no era más que un anagrama de “Navarro”, es decir, que Peter Navarro, asesor de Trump, echo mano de un yo ficticio para dar más substancia a sus asesoramientos.

Al saberse el engaño, Elon Musk, otro destacado asesor de Trump, ahora caído en desgracia -ya se verá hasta cuando, puesto que se necesitan mutuamente- dijo esto de Navarro: “Es un auténtico imbécil. Es más tonto que un saco de ladrillos”. Y es que Navarro -¿o fue Vara? – había acusado al magnate de Tesla de ser poco más que un patético ensamblador de coches, ¡con piezas extranjeras compradas a precio de saldo!

Lee también No hay prisiones para tanto chorizo, narcos, solicitantes de asilo, inmigrantes… John William Wilkinson
hjhj

A estas alturas de la película, conviene recordar que la disciplina de Económicas no es ni mucho menos una ciencia exacta o que el Nobel de Economía sólo data de 1969. Eso sí, pasan los años, pero perduran, aunque sólo sea entre bastidores, dos escuelas enfrentadas; a saber: la del inglés Keynes (progresista) y la de su némesis austriaco Hayek (conservadora).

La primera marcó la época que va de 1945 a 1980 y que tanto contribuyó a sacar la economía de muchos países de las penurias de los años de la posguerra, amén de disminuir los estragos de la desigualdad. La segunda es la que se inició con el neoliberalismo de Ronald Reagan y Margaret Thatcher en los años ochenta, inspirado en las teorías de Milton Friedman y Friedrich Hayek.

Lee también Lecciones chinas en tiempos de decadencia política John William Wilkinson
Lecciones chinas en tiempos de decadencia política

Cabe dudar de que el mediocre actor de Hollywood Ronald Reagan leyera más de un par de páginas, si eso, de la obra de Hayek, pero para estos menesteres están los asesores. En cuanto a Margaret Thatcher, ella afirma en su autobiografía haberse tragado siendo estudiante en Oxford en las postrimerías de la guerra Camino a la servidumbre, la obra principal del austríaco, cuya edición en inglés data de 1944, aunque con una tirada muy reducida.

Coincidió con su publicación una versión asaz reducida de la muy popular revista Reader’s Digest, que es la que, según varios de sus biógrafos, leyó la futura Dama de Hierro. ¿Y qué? Da la impresión de que nuestros dirigentes de hoy, con sus abultados séquitos de asesores, redactores de discursos y tuits, influencers, gurús, rasputines y demás chupópteros de palacio, pues que ya no leen, ni falta que les hace, como ha entendido a la perfección Trump. Bien pensado, al menos en la política, quizás los asesores inexistentes y la IA sean los precursores de un futuro sin futuro.

lavanguardia

lavanguardia

Noticias similares

Todas las noticias
Animated ArrowAnimated ArrowAnimated Arrow