Justicia en Jaque: Paro en Poder Judicial de CDMX; Reportan Violencia

El sistema de justicia de la Ciudad de México enfrenta una parálisis total. El paro de labores de los trabajadores del Poder Judicial local se ha extendido por más de 10 días tras un diálogo fallido, y ahora escala con denuncias de violencia y la presencia de presuntos «grupos de choque».

Lo que comenzó como una disputa laboral se ha transformado en una crisis institucional que amenaza con colapsar el ya sobrecargado sistema de justicia de la Ciudad de México. Por más de diez días consecutivos, miles de trabajadores del Tribunal Superior de Justicia (TSJ-CDMX) han mantenido un paro de labores, cerrando juzgados y oficinas, y la situación, lejos de resolverse, ha escalado a un nivel alarmante con denuncias de intimidación y violencia física.

Las negociaciones entre los líderes sindicales y las autoridades del Poder Judicial han llegado a un punto muerto. Los trabajadores reportan un «diálogo fallido» y se niegan a levantar el paro hasta que sus demandas, que incluyen mejoras salariales y de condiciones laborales, sean atendidas.

La tensión alcanzó un punto de quiebre cuando se reportaron enfrentamientos físicos en las entradas de los inmuebles tomados. Los trabajadores en huelga han denunciado la presencia de presuntos «grupos de choque», individuos ajenos a la institución que, según los manifestantes, fueron enviados para romper el paro por la fuerza.

«En todas las puertas había golpeadores.» – Testimonio de un trabajador del TSJ-CDMX durante los enfrentamientos.

La aparición de estos supuestos «golpeadores» transforma radicalmente la naturaleza del conflicto. Ya no se trata de una negociación laboral estándar, sino de una historia que apunta a la intimidación y al uso de tácticas de represión para sofocar una protesta legítima. Esta situación sugiere que podrían existir intereses poderosos dentro o fuera de la institución que buscan terminar el conflicto por la fuerza en lugar de mediante el diálogo, lo que representa un grave retroceso para la vida democrática y el estado de derecho en la capital.

Mientras la pugna de poder se desarrolla en los pasillos y puertas del Poder Judicial, los verdaderos afectados son los miles de ciudadanos que dependen del sistema para resolver sus problemas. La parálisis de los juzgados tiene consecuencias devastadoras y crea una crisis de «justicia denegada» con un rostro humano:

* Procesos Penales Detenidos: Personas en espera de juicio, tanto en libertad como en prisión preventiva, ven sus audiencias pospuestas indefinidamente.

* Conflictos Familiares en el Limbo: Casos de divorcio, pensiones alimenticias y custodias de menores quedan congelados, afectando directamente el bienestar de niños y familias.

* Disputas Civiles y Mercantiles sin Resolución: Empresas y particulares no pueden avanzar en litigios, lo que genera pérdidas económicas y falta de certeza jurídica.

* Trámites Paralizados: La expedición de documentos y la realización de trámites esenciales están completamente detenidas.

El paro en el Poder Judicial de la CDMX ha dejado de ser un asunto interno. Se ha convertido en una crisis social que evidencia la fragilidad de las instituciones y que, cada día que pasa, agranda la brecha entre los ciudadanos y su derecho fundamental a una justicia pronta y expedita.