La UCO, en el punto de mira permanente

La Unidad Central Operativa (UCO) es el órgano más endogámico de la Guardia Civil. Una enorme parte de los uniformados que comparten las mismas siglas en el chaleco han hecho toda su carrera profesional en la misma unidad –las estadísticas hablan de una movilidad escasa, con respecto a otros departamentos–. Esa “hermandad”, como la califica uno de sus agentes, creada a base de horas de trabajo que luego no recogen los informes, es fundamental para explicar el malestar generalizado que impera en la UCO, alcanzando esta semana cotas máximas después de que se revelase que una periodista afín al PSOE buscaba información comprometedora contra el coronel Antonio Balas, máximo responsable de las investigaciones contra la mujer y el hermano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Algo así como si nos tocan a uno, nos tocan a todos.
En el seno de la UCO consideran que desde Ferraz –aunque algunos sectores apuntan también a la Moncloa– se ha orquestado una campaña de desprestigio, pese a que hasta ahora ningún cargo gubernamental ha cargado públicamente contra la Guardia Civil a pesar de que algunas imprecisiones en los informes elaborados por la unidad –como el relativo al patrimonio de Ábalos en Colombia– o la supuesta filtración de un informe sobre el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán que por ahora no ha llegado a ver la luz, podrían haber dado pie a ello.
Así lo interpreta Daniel Fernández, portavoz de la asociación Independientes de la Guardia Civil (IGC). Considera que, de nuevo, la UCO está siendo “instrumentalizada” desde el ámbito político, pese a que la unidad lleva investigando “caiga quien caiga” desde su creación, en 1987. De hecho, los ataques por parte de los políticos electos no son nada nuevo. En tiempos de Lezo, Púnica o Taula, dirigentes del Partido Popular como Francisco Granados tacharon informes de la UCO directamente de “falsos”. “Se está tratando de crear un aura de corruptela, de que la unidad está corrompida, que tiene trapos sucios, pudiendo generar gran desconfianza en la ciudadanía”, critica Fernández, quien rechaza la idea de que dentro de la unidad exista una “UCO patriótica”, como se ha escuchado ya desde la tribuna del Congreso de los Diputados. En la misma línea, la asociación mayoritaria actualmente en el instituto armado, Jucil, ha cerrado filas en torno al cuerpo policial que ha demostrado “mayor independencia y valentía” contra la corrupción y mala praxis de los distintos gobiernos de España.
Una tesis que comparten desde la asociación pro Guardia Civil (Aprogc), desde donde denuncian que “sin fundamento” se esté poniendo en duda las actuaciones y la imparcialidad de la unidad. “La UCO no actúa por interés propio, ni responde a consignas externas: su única motivación es el cumplimiento estricto de la ley”, aseguran desde esta asociación, que tiene entre sus afiliados al mayor número de guardias civiles de la cúpula uniformada.
Entre los agentes de la UCO impera la idea de que existe una campaña de desprestigio con origen en FerrazEsta asociación –con un considerado grupo de comandantes, tenientes y generales– ha encargado, según confirman fuentes de Aprogc, a un despacho de abogados madrileño el estudio de una posible querella contra Leire Díez. El artículo 17.2 del Código Penal recoge que “la proposición existe cuando el que ha resuelto cometer un delito invita a otra u otras personas a ejecutarlo”. Otras fuentes jurídicas prevén poco recorrido penal en este asunto.
A diferencia de otros momentos, en la UCO tienen ahora la sensación de estar “huérfanos”, después de que en toda la semana la exparlamentaria socialista y directora general de la Guardia Civil, Mercedes González, no haya salido públicamente a respaldar la unidad que está en el punto de mira. Tampoco el número dos de la institución, el director adjunto operativo (DAO), el general Manuel Llamas. “Estamos abandonados”, insisten desde IGC.
El PSOE rodea a Marlaska ocupando puestos clave en InteriorFernando Grande-Marlaska, el ministro que más tiempo en la historia ha ocupado la cartera de Interior, está cada vez más solo en el Ministerio. Y lo que es peor, según fuentes de su entorno, apenas nadie de su plena confianza le acompañará en el tiempo que le quede a su aventura política, después de que esta semana, Rafael Pérez, su número dos, su hombre más próximo, haya dimitido “por motivos personales”, tal y como insisten desde este departamento.El PSOE ha ido ocupando cuotas de poder alrededor de su figura gracias a los últimos recambios en puestos clave porque una buena parte de Ferraz considera que Interior es, hoy por hoy, un ministerio “descontrolado”, pese a la ley del silencio que Grande-Marlaska impone entre sus subordinados. Aina Calvo, militante socialista convencida, será la nueva secretaria de Estado de Seguridad en un momento marcado por las fuertes tensiones con la Guardia Civil. Precisamente dicha institución está liderada por otra socialista muy próxima al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: Mercedes González, quien fue secretaria general del PSOE en Madrid hasta el pasado mes, pese a que volvió a la dirección general del instituto armado en septiembre del pasado año. Grande-Marlaska vivió uno de sus peores días en el Gobierno, cuando la ex directora de la Guardia Civil María Gámez fue obligada por Ferraz a dar un paso al lado.El listado de socialistas que rodean al ex magistrado de la Audiencia Nacional no queda ahí. El director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo, hombre fuerte de José Bono, ha ocupado a lo largo de su dilatada trayectoria altos cargos durante gobiernos del PSOE.Varios colaboradores de Grande-Marlaska admiten que el runrún de una crisis de Gobierno que supusiese un traspaso en Interior lleva sonando todo este curso político en los despachos del Ministerio. Pese a que las aguas están revueltas debido a la última tormenta con la UCO, ahora no prevén un recambio a corto plazo dictado por Sánchez. Otra cosa sería que el ministro siga los pasos de Pérez, abandonando la cartera por el innegable desgaste que ha sufrido su figura. Y en ese caso, los socialistas que le rodean ya calientan para salir.
Pese a que no ha habido, hasta el momento, una defensa pública, según confirman fuentes de la Guardia Civil, la ex diputada del PSOE se reunió el jueves en su despacho con el teniente coronel Antonio Balas, y con su superior jerárquico, el jefe de la UCO, el coronel Rafael Yuste. González, en un encuentro que no se prolongó más de media hora, les mostró su total apoyo a su trabajo. La cita no se celebró hasta el jueves porque otro de los asistentes, el general Alfonso López Malo –anterior jefe de la UCO– se encontraba de viaje.
La directora de la Guardia Civil se reune con Balas para mostrar su apoyo a la unidad contra la corrupciónLa directora animó a los mandos uniformados a seguir trabajando como vienen haciendo. Ellos agradecieron las palabras de apoyo.
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