Minou Tavárez Mirabal no cree en las candidaturas independientes

Durante los últimos cinco años, Minou Tavárez Mirabal ha presidido el Fondo Fiduciario para las Víctimas de la Corte Penal Internacional. Terminado su mandato, recupera tiempo para la Fundación Hermanas Mirabal, su Casa Museo y sus obligaciones partidarias en Opción Democrática, partido que ella fundó y que hoy preside el exsenador José Horacio Rodríguez.
Recientemente, Minou Tavárez Mirabal presentó en escuelas de Nueva York y Lawrence (Massachusetts) la edición en inglés de "Vivas en su jardín. Memorias" de doña Dedé Mirabal. Una oportunidad para llevar parte de la historia dominicana —y de su familia— del siglo XX a una generación ya nacida en Estados Unidos.
—Doña Dedé abre sus memorias explicando su misión vital, su decisión de que la historia de su familia se mantenga viva. ¿Es su turno?
Siento que es una responsabilidad que ella nos dejó de herencia, algo que no podemos dejar caer de ninguna manera. Vivas en su jardín ha tenido una gran acogida en español, y la Universidad de Florida nos propuso publicarlo en inglés. Tuvimos la suerte de que Nani Martínez y Heather Hansen, que es la directora del departamento de traducción de la Universidad de St. James en Filadelfia, asumieran la traducción y la edición de la versión en inglés.
—Tocaba el turno de la comunidad dominicana en EE. UU.
Esa fue una preocupación muy grande de mamá. Siempre decía que había una gran comunidad de dominicanos en los Estados Unidos que iban a perder esa historia porque la segunda y la tercera generación no hablan bien el español, y ella quería que el libro estuviera asequible a esos dominicanos de origen que estudian en las universidades y escuelas de los Estados Unidos.
"Aquí se habla a veces de corrupción y son cheles lo que sale a la luz."“
—Cuando habla con esos estudiantes, ¿los nota muy desconectados del país, de su historia?
No... por lo general, cuando se organizan estas actividades, las escuelas los preparan y van con mucha curiosidad. Lo presentamos en la escuela Minerva Mirabal, en el Alto Manhattan, y fue muy emocionante porque hacían muchas preguntas. Los estudiantes son de origen dominicano casi todos, y son escuelas de alto rendimiento.
—¿Siente que en el país se está enseñando bien la historia?
Bueno... digamos que la cosa es grave. La educación en la República Dominicana tiene serias deficiencias. Empezaríamos por decir que se está enseñando. Ya... enseñar bien, ponerle el adjetivo, es darle mucho crédito. Hay una gran deficiencia en el conocimiento de los estudiantes. Por ahí es por donde debemos arrancar si de verdad tenemos la expectativa de cumplir con la responsabilidad de dejar a las generaciones que vienen una mejor República Dominicana.
Política—¿Vuelve a una presencia más activa en la política?
Yo digo muchas veces que la política es un vicio del que yo no me quiero curar. Siempre estoy ahí. Aposté desde hace ya más de 10 años por la difícil tarea de formar un partido político para que contáramos con un instrumento de transformación para la República Dominicana, que es Opción Democrática. Hemos tratado de hacer las cosas distintas, hemos tratado de aplicar internamente también los principios en los que creemos y que defendemos para la sociedad.
—¿Hay un espacio para esa izquierda?
Yo creo que sí. Lo triste es que no lo haya más ancho, porque definitivamente el predominio de una sola ideología, de un solo criterio, termina construyendo sociedades que hacen mucho daño a la humanidad, a la aspiración de progreso, de desarrollo, de democracia, con todo lo que está en cuestionamiento en este momento.
"Si hay un ejemplo de algún éxito en la lucha contra la corrupción en estos cinco años, uno solo, que me lo diga alguien."“
—¿Le gusta la idea de candidatos presidenciales independientes?
Creo que las candidaturas independientes son una especie de invento que no me acaba de convencer. Lo respeto porque se incluyó en la Constitución, pero la política es un proyecto colectivo y veo que hay una contradicción intrínseca en hablar de independencia, porque... ¿independencia de qué? ¿De los partidos políticos? Es como la negación de la posibilidad de juntarse para echar hacia adelante un proyecto, y eso se hace a través de los partidos políticos. ¿Con quién tú vas a gobernar si estás solo?
—¿Conoce algún caso en otro país que haya sido exitoso?
Le voy a contar una anécdota. En el año 2018, la OEA me invitó a ir como jefa de misión de una observación electoral de un plebiscito en Perú. Nos reunimos con Martín Vizcarra, que era el presidente en ese momento. Le pregunté que cómo veía la situación y me dijo: "¿Usted se acuerda del libro de Vargas Llosa, ´Conversación en la Catedral´, cuando Zavalita empieza preguntándose en qué momento se jodió el Perú? Pues yo tengo la respuesta. El Perú se jodió cuando terminó con los partidos políticos. Porque ahora el problema principal que nosotros tenemos es que no tenemos con quién gobernar".
—¿No se puede hacer equipo sin partidos?
Vizcarra veía que lo que había era una cantidad enorme de grupos parciales, de candidaturas independientes o de grupos locales, cada cual buscando resolver el problema de su comunidad o de su provincia. Así no tienes cómo impulsar un proyecto de nación, un proyecto nacional. El Estado es una construcción colectiva. La política es una acción colectiva.
—¿Por qué fue tan difícil hacer alianzas en 2024? ¿Se puede lograr alianzas de cara al 28 desde Opción Democrática?
Siempre hay que apostar por hacer alianzas, o tal vez por hacer acuerdos electorales, que fue nuestra apuesta en el 24. Nosotros vimos que no teníamos posibilidades de hacer alianzas, pero sí podíamos hacer acuerdos electorales puntuales. Llevamos candidaturas propias en muchos lados y algunas las impulsamos a través de esos acuerdos electorales con algunos partidos. Tal vez debimos haber profundizado mucho más, pero nosotros habíamos empezado un proceso desde mucho antes para tratar de que las fuerzas progresistas del país llevaran candidaturas de manera conjunta. No fue posible por diferentes razones que no interesa analizar en este momento y que deberíamos superar. Pero antes de eso, yo creo que la apuesta tiene que ser construir fortalezas, porque tú no ganas nada con sumar muchas debilidades.
"La política es un vicio del que yo no me quiero curar. Siempre estoy ahí."“
—¿Cree que el PRM ahora lo está consiguiendo, construir fortalezas?
Eso nos lleva a un tema que es muy estructural, que es la forma en que se hace política en la República Dominicana. Si hay algo que caracteriza la política local es el clientelismo. Y el clientelismo no es otra cosa que la utilización de recursos que son públicos no para el pueblo dominicano, sino para privilegiar la propuesta de quien detenta el poder.
—Dinero público... ¿y el dinero privado?
El dinero trae dinero siempre. Estás manejando el Estado, lo utilizas para tu beneficio y al mismo tiempo puedes asegurarle, digamos, otros recursos con ese sistema que es el peor de los mundos posibles, donde hay financiamiento público y financiamiento privado que coexisten y que se arrastran uno a otro, y que además son los que expresan quizás la más grave de las corrupciones. Porque aquí se habla a veces de corrupción y son cheles lo que sale a la luz. La gran corrupción son los contratos que se hacen, los beneficios que se le dan a las grandes empresas nacionales o extranjeras.
—¿Se atreve a ponerle una cifra?
Yo no me atrevo a ponerle una cifra. Y sobre todo porque este gobierno ha apostado por una política central que es la de privatizar todo. Nos vamos a quedar sin Estado si seguimos caminando por ahí.
"Creo que es la política migratoria más extremista y más inhumana que se ha aplicado en la República Dominicana desde 1937."“
—¿Qué opina de la política migratoria del gobierno actual?
Me tiene asustada. Creo que es la política migratoria más extremista y más inhumana que se ha aplicado en la República Dominicana desde 1937. Y además porque las soluciones que se están buscando son bulto, allante y movimiento, como dicen. No solucionan nada, si se analizan a profundidad los famosos 15 puntos que se propusieron. O lo que se está proponiendo ahora, que ya se propuso en el 2021 en el famoso pacto social. ¿Qué es lo que van a hacer? ¿Pacto social 2.0?
—¿Se refiere a las sesiones en el CES?
Sí, eso no sirve para nada. Cuando se crea una comisión... ¿para qué? Otra comisión encima de las que ya se han creado. ¿En qué paró la comisión para la policía? ¿Y el Diálogo Nacional? Las 15, 19 mesas del famoso Diálogo Nacional. Una de ellas trataba la política migratoria.
—¿Cuál es la estrategia ahora de Opción Democrática?
Acabamos de pasar por un proceso de reestructuración para fortalecernos. Somos un grupo retador, un grupo que resiste, un grupo que se atreve, que nació con mi renuncia del PLD y encontró mucha oposición de parte del PLD. Nos negaron todos los derechos en aquel momento a existir. Hemos tenido que pasar por muchas etapas para sobrevivir, y algunas muy agotadoras, como casi cinco años en los tribunales hasta que llegamos al Tribunal Constitucional para que nos reconocieran el derecho que teníamos a existir. Eso nos costó mucho trabajo, y ahora estamos haciendo todo el esfuerzo para crecer en todo el territorio nacional.
—¿Crecer a costa de otros partidos?
Todos los partidos tradicionales son iguales, hacen lo mismo. Bueno, yo creo que el actual PRM se diferencia en que ha ido más lejos, en que es más conservador, más retrógrado todavía, más que los gobiernos anteriores. Sin ninguna duda, este es el gobierno más de derechas que ha tenido la República Dominicana.
—Pero el PRM es miembro de la Internacional Socialista.
Es que es de morirse de la risa... El PRM, con todo lo que significa y con todo lo que hace y todo lo que defiende, es de la Internacional Socialista, y la Fuerza del Pueblo pertenece al Foro de São Paulo. Como que no...
"Creo que las candidaturas independientes son una especie de invento que no me acaba de convencer."“
—¿Cree que la lucha contra la corrupción va bien encaminada?
Si hay un ejemplo de algún éxito en estos cinco años, uno solo, que me lo diga alguien. Ni un solo caso. Creo que se mide por ahí. Yo no tengo que decir nada. En lo que ha hecho el gobierno habla por sí solo.
—En el contexto internacional, ¿siente que el país tiene más peso?
Creo que la República Dominicana claramente tiene otro posicionamiento en el contexto internacional, que se lo debemos en gran medida a la primera gestión del PLD y Leonel Fernández, que fue una gestión visionaria en ese campo. Defendía que nosotros tenemos que insertarnos en la comunidad internacional, en la multilateralidad, en la región y en los mecanismos regionales internacionales. Y ahí empezamos a participar. Ahí se diseñó una política internacional para la República Dominicana, que creo que todavía sigue rindiendo frutos.
—En un contexto mundial complicado...
Sí, y además el relativo éxito económico que se expresa en cifras de crecimiento sostenido durante muchos años. La estabilidad económica y la estabilidad política electoral, creo que sirven de vitrina para las relaciones exteriores de la República Dominicana. El turismo... todos esos elementos influyen en hacer que la República Dominicana se vea. Y se vea bien.
"Sin ninguna duda este es el gobierno más de derechas que ha tenido la República Dominicana. "“
—¿Qué opina de los casos de difamación en redes que se han denunciado?
Ese ecosistema trasciende a República Dominicana. Es un mal tremendo para el que no es tan fácil ver cuál es la salida, cuál es el camino. Yo les digo "redes virtuales" porque son la antítesis de redes sociales. Son la negación de redes sociales. Y esas redes virtuales permiten un anonimato que facilita el delito, la maldad. Y lo más terrible es que incluso gente que quisiera luchar por una sociedad más justa, cree que cumple con poner un mensaje por X o por Instagram y un like. Y ya, y te vas a dormir tranquilo.
—¿Qué ha supuesto su paso por el Fondo Fiduciario para las Víctimas de la Corte Penal Internacional?
Fue una experiencia muy enriquecedora porque me permitió ampliar mi visión de lo que significan las consecuencias de cada conflicto armado o político para las personas y para las sociedades. Y qué tan distintas y al mismo tiempo tan iguales se expresan en cualquier lugar del planeta donde hayan tenido lugar estos crímenes horrendos que ahora vemos en primera fila.
—¿Es posible un sistema internacional de Justicia?
Bueno... estamos viendo la actualidad con el temor de ser testigos también de primera línea del fin de un sistema internacional que soñó con la justicia, que soñó con un derecho internacional y que trató de diseñarlo y de echarlo hacia adelante, que diseñó los derechos humanos. Está clarísimo en este momento que ese acuerdo político que es la Carta Universal de los Derechos Humanos, que la mayoría de los estados firmaron en aquel momento, no lo suscribirían de nuevo.
—¿Piensa que la democracia como la entendemos en Occidente está en riesgo?
Se ha ido a la porra el derecho internacional, la lucha por los derechos humanos, y se está llevando la democracia también, esa tan llevada y traída democracia que ha terminado de ser una especie de paquito de concursos electorales, como son las elecciones en la República Dominicana. O sea, ¿qué es la democracia en este momento? Cuando el principal país, el autodenominado estandarte de la democracia, está amenazando a las universidades para que no se atrevan a expresar, ni a pensar, ni a defender las ideas en las que sus estudiantes y sus profesores creen.
—Desde su historia personal y vida política, ¿qué piensa de la situación del feminismo dominicano hoy?
Estamos como la humanidad en ese tema. Estoy convencida de que las mujeres estamos llamadas a jugar un papel fundamental en el cambio civilizatorio que necesitamos. Pero eso solo lo vamos a hacer si somos capaces de conjugar nuestras agendas. De darnos cuenta de que no estamos, ni podemos estar, ni mirarnos solas. Que no se trata de una lucha individual, identitaria. Las feministas que yo conocí en mi infancia eran militantes políticas y sociales que acabaron convirtiéndose en feministas. El principal reto que tenemos las mujeres feministas es no desvincular nuestras agendas de las agendas sociales y políticas. Lo que nos ha demostrado este tiempo es que tenemos que trabajar juntos, todos y todas. Dispersarse nunca ha sido buena estrategia. Que el reto de verdad es alcanzar cambios en lo social y en lo económico que impacten de verdad la vida de la gente.
—Con su experiencia en el Congreso... ¿va a salir adelante el Código Penal con las tres causales?
Ahora mismo no creo. No salió ni siquiera cuando tuvo el apoyo del presidente de la República, del partido en el gobierno, de los legisladores de gobierno que tenían mayoría. Ahora eso no es un tema ni está en la agenda. Por eso hay que elegir buenos legisladores.
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