«No es progreso, es despojo»: la protesta que sacude a la CDMX

Bajo el lema «No es progreso, es despojo», decenas de vecinos y colectivos se manifestaron en el Parque México para exigir al gobierno de la CDMX acciones concretas contra la gentrificación, un fenómeno que está transformando radicalmente la vida en la capital.
La Ciudad de México fue testigo este viernes de una movilización social sin precedentes que pone sobre la mesa uno de los debates más urgentes de la vida urbana contemporánea: la gentrificación. Convocados por una red de colectivos vecinales, ciudadanos de diversas colonias se dieron cita en el emblemático Parque México de la Condesa para alzar la voz contra lo que consideran un modelo de desarrollo urbano excluyente que los está expulsando de sus propios hogares.
La protesta, organizada por una docena de colectivos como «Gentrificación en tu Idioma» y el «Frente Vecinal Antigentrificación MX», tuvo como epicentro la alcaldía Cuauhtémoc, una de las más afectadas por este fenómeno. Los manifestantes argumentan que el auge de los alquileres de corta estancia, impulsados por plataformas como Airbnb, y la llegada masiva de «nómadas digitales» con un alto poder adquisitivo, han provocado un aumento insostenible en el costo de la vivienda y los servicios.
«Que se priorice a los inquilinos con arraigo y principalmente se garantice el acceso a la vivienda como un derecho y no como un negocio», fue una de las consignas centrales de los organizadores. Dejaron claro que su lucha no es contra la migración, que consideran un derecho humano, sino contra un sistema que favorece la especulación inmobiliaria y el turismo extractivo sobre las necesidades de la comunidad local.
Más allá de la protesta, los colectivos presentaron una serie de demandas claras dirigidas al gobierno de Clara Brugada. La principal exigencia es la regulación estricta de las plataformas de alquiler temporal, a las que acusan de operar sin control y de reducir drásticamente la oferta de vivienda de largo plazo, inflando artificialmente los precios.
La movilización, que incluyó la creación de un «tendedero antigentri» con pancartas y fotografías, un micrófono abierto para que los afectados compartieran sus historias de desplazamiento y talleres para crear material de protesta, busca presionar a las autoridades para que tomen medidas urgentes. Argumentan que el efecto dominó que comenzó en colonias céntricas como la Roma y la Condesa ya se está extendiendo a barrios como la Doctores, Obrera y Juárez, forzando a las familias a migrar hacia la periferia.
El movimiento en la Ciudad de México no es un caso aislado. Refleja una tendencia global vista en ciudades como Barcelona y Madrid, donde los ciudadanos también se han movilizado masivamente contra los efectos de la turistificación y la crisis de la vivienda.
La protesta en el Parque México marca un punto de inflexión, llevando el debate desde las redes sociales y los círculos académicos a la calle. Los participantes buscan visibilizar una realidad que, según ellos, está destruyendo el tejido social, la cultura barrial y el derecho fundamental a la ciudad para miles de capitalinos. La pregunta que dejan en el aire es si las autoridades escucharán su llamado antes de que el desplazamiento sea irreversible.
La Verdad Yucatán