«No estamos de acuerdo»: Sheinbaum condena plan de Trump contra migrantes

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha reaccionado con firmeza a la aprobación del plan fiscal en Estados Unidos, declarando que su gobierno «no está de acuerdo» con las medidas que criminalizan y persiguen a los migrantes mexicanos y de otras nacionalidades.
En una de sus posturas más enérgicas en materia de política exterior hasta la fecha, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha condenado públicamente la nueva ley de presupuesto de la administración de Donald Trump en Estados Unidos. La mandataria calificó las medidas migratorias contenidas en la ley como «discriminatorias» y «persecutorias», y advirtió que perjudicarán a la propia economía estadounidense.
La controversia se encendió tras la aprobación en el Congreso de EE.UU. de la llamada «One Big Beautiful Bill», un paquete presupuestario que consolida la agenda del presidente Trump. Una parte central de esta ley es la asignación de 170 mil millones de dólares a la seguridad fronteriza, que incluye fondos para la construcción de más centros de detención para migrantes, como la polémica instalación «Alligator Alcatraz» en Florida, destinada a facilitar deportaciones masivas.
Estas medidas han sido interpretadas por el gobierno mexicano como un endurecimiento de la política migratoria que busca criminalizar a las personas que cruzan la frontera, en lugar de abordar las causas estructurales del fenómeno.
Desde el podio de su conferencia matutina en Palacio Nacional, la presidenta Sheinbaum fue categórica. «No estamos de acuerdo», sentenció, refiriéndose a la nueva legislación estadounidense. Argumentó que el enfoque correcto para la migración no es la criminalización, sino la «cooperación para el desarrollo» entre las naciones.
Sheinbaum cambió la narrativa habitual, defendiendo a los migrantes no como un problema, sino como un pilar fundamental de la economía norteamericana. «Son gente buena, trabajadora, que aporta muchísimo a la economía, no solamente a la de México enviando las remesas, sino todavía más a la economía de Estados Unidos», afirmó la presidenta.
La presidenta no se limitó a la crítica y aseguró que su gobierno tomará acciones concretas. «Siempre vamos a defender a nuestros hermanos y hermanas migrantes», declaró, anunciando el fortalecimiento de programas de apoyo.
Entre las medidas mencionadas se encuentra el reforzamiento del programa «México te Abraza», diseñado para asistir a los connacionales que son deportados. Sheinbaum explicó que la mayoría de los deportados ahora llegan por vía aérea a ciudades del sur como Tapachula y Villahermosa, lo que requiere una nueva estrategia de atención. Además, prometió un robustecimiento de la asistencia consular para proteger los derechos de los mexicanos en el extranjero.
* «No es bueno desde ningún punto de vista, ni humanista ni económico… Siempre vamos a defender a nuestros hermanos y hermanas migrantes.» – Presidenta Claudia Sheinbaum.
Más allá del discurso humanitario, Sheinbaum esgrimió un potente argumento económico. Advirtió que la persecución de migrantes «le va a hacer mucho daño a la economía de Estados Unidos». Para sustentar su punto, recordó un episodio reciente en el que el propio presidente Trump tuvo que suspender medidas similares tras recibir llamadas de empresarios de sectores clave como la agricultura y la hotelería, quienes alertaron sobre los efectos devastadores de la falta de mano de obra.
Con esta estrategia, el gobierno de México no solo apela a la defensa de los derechos humanos, sino que también presenta la política antiinmigrante como una decisión económicamente contraproducente para Estados Unidos, buscando cambiar los términos del debate en la arena internacional.
La Verdad Yucatán