Redadas en EEUU: Sheinbaum alerta a Landau de daño económico

La situación migratoria en la frontera norte y dentro de Estados Unidos ha alcanzado un punto crítico. Redadas masivas contra migrantes, particularmente en California, han desatado una crisis humanitaria y diplomática. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo al embajador de EEUU, Christopher Landau, advirtiendo que estas acciones «dañarán la economía de Estados Unidos».

La política migratoria del gobierno de Donald Trump ha vuelto a encender las alarmas en ambos lados de la frontera. En los últimos días, se han intensificado las redadas antimigrantes en estados como California, afectando a miles de trabajadores, muchos de ellos de origen mexicano. Estos operativos han generado temor, separaciones familiares y una creciente tensión social, con reportes de que incluso se ha autorizado al ejército a retener civiles durante disturbios migratorios.

Ante esta escalada, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sostuvo un encuentro con el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau. Durante la reunión, calificada por la Presidencia mexicana como una «visita de cortesía», Sheinbaum expresó de manera contundente el desacuerdo del gobierno mexicano con estas redadas masivas. Más allá de las consideraciones humanitarias, la mandataria mexicana puso sobre la mesa un argumento económico: estas políticas, advirtió, «van a dañar la economía de Estados Unidos«, al afectar a una fuerza laboral crucial para diversos sectores productivos estadounidenses.

La estrategia de la presidenta Sheinbaum de enfatizar el impacto económico negativo de las redadas para el propio Estados Unidos representa un matiz importante en la postura diplomática mexicana. Al señalar que la mano de obra migrante es fundamental para la economía estadounidense, México busca apelar al pragmatismo y al interés propio de su vecino del norte.

Este enfoque complementa, sin reemplazar, las tradicionales preocupaciones por los derechos humanos de los migrantes. La SRE ha negado que exista presión de EEUU para extraditar a políticos ligados al narco en este contexto, buscando mantener separados los temas. Mientras tanto, la crisis humanitaria se agrava con noticias como la muerte de un ciudadano mexicano en un centro de detención migratoria en Georgia, reportada como suicidio por las autoridades estadounidenses.

Las redadas y la retórica antiinmigrante del gobierno de Trump han provocado una ola de protestas en diversas ciudades de Estados Unidos, especialmente en Los Ángeles. El presidente Trump ha defendido el despliegue de tropas y las redadas masivas, llegando a culpar a las autoridades locales de «incompetencia». Incluso, figuras públicas y celebridades como Eva Longoria y Demián Bichir han alzado la voz exigiendo el cese de los operativos.

La situación es tan tensa que se ha reportado que la policía de Seattle se negó a colaborar con las redadas y alcaldes de más de 30 ciudades han pedido su detención. La Casa Blanca, por su parte, ha defendido sus acciones, y una vocera llegó a calificar de «estúpida» una pregunta sobre las marchas pacíficas.

«Sheinbaum expresa a Landau desacuerdo con redadas contra migrantes; ‘va a dañar la economía de EU’, destaca.» – Postura de la Presidenta de México.

La difícil situación de los connacionales en Estados Unidos y la continua crisis en la frontera generan una considerable presión política interna para el gobierno de Claudia Sheinbaum. La sociedad mexicana demanda acciones contundentes para proteger a sus ciudadanos en el exterior y para gestionar los flujos migratorios de manera humana y ordenada.

El diálogo con funcionarios estadounidenses como Landau es crucial, pero el margen de maniobra de México es limitado frente a las decisiones soberanas de política interna de Estados Unidos. La colaboración en otros frentes, como el comercial, continúa, según declaraciones de Marcelo Ebrard , pero la tensión migratoria sigue siendo el principal punto de fricción en la relación bilateral.