Utopías en CDMX: el plan de Brugada para las 16 alcaldías a debate

La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, ha lanzado una convocatoria a la ciudadanía para sumarse a la elaboración del modelo de «Utopías», su proyecto insignia que busca replicar en las 16 alcaldías los complejos culturales y deportivos que implementó en Iztapalapa.

El proyecto más emblemático de Clara Brugada como alcaldesa de Iztapalapa, las «Utopías», está listo para dar el salto a toda la Ciudad de México. La ahora Jefa de Gobierno ha hecho un llamado formal a urbanistas, arquitectos, artistas y a la ciudadanía en general para participar en la creación del modelo que se implementará en las 16 demarcaciones de la capital.

La promesa es ambiciosa: llevar infraestructura social, cultural y deportiva de alta calidad a todos los rincones de la ciudad para combatir la desigualdad y reconstruir el tejido social. Sin embargo, el proyecto no está exento de debate. Mientras sus defensores lo ven como un modelo de transformación social exitoso, sus críticos señalan que algunos de estos proyectos ya enfrentan obstáculos y cuestionan si es la solución adecuada para las diversas necesidades de cada alcaldía.

¿Qué son las Utopías?

Las Unidades de Transformación y Organización Para la Inclusión y la Armonía Social (Utopías) son grandes complejos multifuncionales construidos en espacios públicos recuperados. Inspirados en el modelo de Iztapalapa, estos centros ofrecen una amplia gama de servicios gratuitos, que incluyen :

* Instalaciones deportivas: Albercas semiolímpicas, gimnasios, pistas de atletismo y canchas.

* Espacios culturales: Teatros, escuelas de música, auditorios y foros al aire libre.

* Servicios sociales: Casas para adultos mayores, centros de atención para mujeres y espacios de desarrollo infantil.

* Educación y medio ambiente: Aulas digitales, talleres de oficios y áreas verdes con enfoque ecológico.

El objetivo, según Brugada, es «democratizar el acceso a los derechos» y ofrecer a las comunidades, especialmente a las más marginadas, infraestructura de primer nivel que antes solo estaba disponible en zonas de altos ingresos.

El Llamado a la Participación Ciudadana

La Jefa de Gobierno ha enfatizado que el diseño de las nuevas Utopías no será una imposición. El llamado es para que la comunidad de cada alcaldía, junto con expertos, participe activamente en la definición de las características y servicios que mejor se adapten a sus necesidades específicas.

«Llamo a todas y todos los habitantes de esta ciudad, a los urbanistas, a los arquitectos, a los artistas, a los deportistas, a que se sumen a la elaboración de este gran modelo de Utopías que vamos a construir en las 16 alcaldías.» – Clara Brugada, Jefa de Gobierno de la CDMX.

Esta estrategia de consulta busca legitimar el proyecto y asegurar que las nuevas instalaciones sean pertinentes y bien recibidas por los vecinos.

Las Controversias y los Retos a Enfrentar

A pesar del éxito reportado en Iztapalapa, la expansión del modelo de Utopías ya enfrenta sus primeros desafíos. Reportes periodísticos indican que algunos de los proyectos planeados se encuentran «en pausa» debido a negociaciones con vecinos que no han llegado a buen puerto.

En alcaldías como Cuajimalpa, pueblos originarios han manifestado su rechazo al proyecto, denunciando presuntas irregularidades en el proceso de consulta y argumentando que la construcción afectaría sus usos y costumbres. Estos conflictos subrayan la complejidad de implementar un modelo único en una ciudad tan diversa como la CDMX, donde cada comunidad tiene su propia historia, identidad y necesidades.

Los críticos también cuestionan los costos de construcción y, sobre todo, de mantenimiento a largo plazo de estas megaestructuras, así como si esta inversión masiva es la forma más eficiente de atender las prioridades de cada demarcación, que pueden ir desde la escasez de agua hasta la seguridad.

El plan de expandir las Utopías se perfila como uno de los ejes centrales y más visibles de la nueva administración. Su éxito o fracaso no solo definirá el legado de Clara Brugada, sino que también servirá como un caso de estudio sobre si los grandes proyectos de infraestructura son la clave para resolver las profundas desigualdades de la capital.