Vicent Mompó trata de resucitar el alma valencianista del PP ante la asfixia de Vox

Con el PP de Carlos Mazón agobiado por la gestión de la dana y presionado en cada uno de sus movimientos por Vox, el presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, trata de reactivar el alma más valencianista de su partido y poner la defensa del valenciano en la agenda del PP de la Comunidad Valenciana.
Alcalde de Gavara (en la comarca valencianohablante de la Ribera), Mompó y su equipo son conscientes de que un porcentaje importante de su electorado se expresa en la lengua autóctona y tiene en el valenciano una apreciada seña de identidad; una mirada que no todas las latitudes políticas de su partido entienden y comparten.
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Además, el discurso de Mompó no casa demasiado bien con la centralidad y uniformidad que exige Vox en cada una de las medidas e iniciativas políticas del gobierno de Mazón. De hecho, en los últimos meses los choques entre el presidente de la corporación provincial y los dirigentes de la formación de derecha extrema son una constante, en especial con el síndic parlamentario, José María Llanos, y con la propia presidenta de las Corts, Llanos Massó. La última vez por el uso del valenciano en la televisión pública À Punt.
Sin embargo, Mompó sabe que desde la Diputación -donde esa presión de Vox no se da, pues sus votos no son necesarios para gobernar la institución provincial- puede tejer ese discurso más identitario (y también anticatalanista) que tan buenos resultados lectorales dio al PP en el pasado.
El discurso valencianista y anticatalanista ha dado buenos resultados electorales al PPAsí se explica la intención del mandatario popular de abrir un debate filológico desde la institución que él preside e impulsar ese “camino del medio de consenso y respeto que no excluye a los normativistas ni a los populistas”. Una apuesta en favor “de las formas más propias” de la Comunidad Valenciana pero, en principio, sin salirse de la normativa de la Acadèmia Valenciana de la Llengua.
Y es que la primera de las obras para la reflexión sobre la normativa actual que ayer acogió la nueva colección promovida por la Diputació de València -Biblioteca de Filología Valenciana- es una enmienda al sistema de acentuación de la AVL. En ella, su autor, Abelard Saragossà carga contra una complejidad normativa que, según él, aleja al usuario de la lengua. La segunda de las obras, por cierto, versará sobre las razones para cerrar el acento de València, otra de las cuestiones que va contra el criterio de la AVL. De esta manera, parece evidente que estos dos primeros estudios cuestionan los criterios normativos de la Acadèmia.
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Más allá del cuestionamiento normativo, el objetivo está claro. “Queremos que se diga vacacions y no vacances, arreplegar en lugar de recollir, gasto en vez de despesa, porque estas palabras llevan dentro nuestra forma de ser. El valenciano es del pueblo y es con este con quien debemos andar”, sentenció Mompó como muestra del valenciano que se quiere promocionar desde la Diputación.
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