El Hospital de Mataró cuenta con una unidad especializada para tratar la hipertensión no controlada

El Hospital Universitario de Mataró (Maresme) dispone de una Unidad de Hipertensión, formada por especialistas de Medicina Interna y Enfermería, en la que se derivan los pacientes que toman más de tres fármacos y no tienen controlada la enfermedad. El resto de personas con hipertensión son atendidas por sus equipos de atención primaria.

La hipertensión arterial, o presión alta, es una enfermedad que sobreviene cuando la sangre presiona demasiado fuerte contra las paredes de las arterias de manera constante. Esto obliga al corazón a trabajar más de lo necesario y, con el tiempo, puede provocar problemas graves en el corazón, en el cerebro o en los riñones.

En España, el 33% de adultos entre 30 y 90 años son hipertensos y una de cada tres personas no está diagnosticada. Además, aproximadamente 46.000 muertes cardiovasculares al año son atribuibles a la hipertensión y es el principal factor de riesgo de pérdida de salud (pérdida de años de vida ajustados por discapacidad) en mayores de 49 años.

Hipertensión no controlada. La hipertensión es conocida como la 'asesina silenciosa', puesto que en la mayoría de los casos no provoca síntomas, pero puede tener complicaciones graves como un ictus o un infarto. Por eso es importante tenerla controlada.

En este sentido, más de 800 pacientes del Maresme se someten cada año a una Monitorización Ambulatoria de la Presión Arterial (MAPA), que mide la presión del paciente durante 24 horas fuera del Hospital y que ayuda a tener un diagnóstico más esmerado.

Prevención y tratamiento. La hipertensión es un importante factor de riesgo para enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y otras complicaciones graves. La prevención y tratamiento adecuados de la hipertensión pueden reducir el riesgo de desarrollar estas complicaciones y mejorar la salud en general.

La enfermedad a menudo no presenta síntomas, especialmente en sus etapas iniciales. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar dolores de cabeza, problemas de visión, dolor en el pecho y otros síntomas. Por eso es importante consultar a un médico para un diagnóstico adecuado y evitar los factores de riesgo que pueden aumentar la presión arterial.