Estos son los recorridos gastronómicos por las fiestas de mitad de año

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Entre junio y julio, Colombia se convierte en un escenario donde las tradiciones culturales toman fuerza a través de sus ferias y fiestas, y la gastronomía se posiciona como una de las principales formas de conocer la diversidad regional del país. Guías de la compañía Civitatis han identificado varios recorridos que permiten a los visitantes experimentar estas celebraciones por medio de los sabores tradicionales.
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“Estas celebraciones también son una gran oportunidad para que cada región muestre lo mejor de sí: sus tradiciones, la calidez de su gente y los sabores de su cocina. Al final, son una vitrina para dar a conocer todas las características que hace único a cada destino”, afirmó María Carolina Padilla, Country Manager de Civitatis en Colombia.
El primer destino del recorrido es Neiva, donde se celebra el Festival del Bambuco en San Juan y San Pedro entre el 26 y el 30 de junio. Durante estas fechas, la gastronomía huilense adquiere protagonismo con platos como el tamal huilense y las achiras, alimentos tradicionales que habitualmente se acompañan con chocolate caliente.
La bebida forma parte integral de la vida diaria de los habitantes de la región y de sus celebraciones. Para los interesados en conocer el origen de esta tradición, uno de los planes incluye una visita guiada a una plantación de cacao. En el recorrido, los visitantes pueden observar el proceso completo del cultivo y transformación del grano, así como degustar productos elaborados artesanalmente como trufas y chocolate caliente.También lea: JetSmart lanza nueva ruta Bogotá–San Andrés y anuncia expansión internacional

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La siguiente parada es Medellín, donde se realiza el Festival Internacional de Tango entre el 24 y el 30 de junio. La capital antioqueña ofrece una propuesta que une la música con su cocina popular. El tour gastronómico recomendado por Civitatis comienza a las 9:30 a. m. en la estación San Antonio del metro. A lo largo del recorrido se visitan lugares emblemáticos del centro histórico, entre ellos la Placita de Flórez y el Mercado de la Playa, donde los participantes pueden probar arepas, buñuelos, empanadas, pandebonos y jugos tropicales como el guarapo. El itinerario incluye un almuerzo en un restaurante tradicional que ofrece bandeja paisa y café, dos elementos representativos de la cocina paisa. La experiencia completa tiene una duración de tres horas.
La ruta gastronómica continúa en el Eje Cafetero, específicamente en Calarcá, donde se llevará a cabo el Reinado Nacional del Café del 24 al 29 de junio. En esta región, los visitantes pueden participar en dos experiencias orientadas al conocimiento de productos fundamentales de la cocina colombiana: el café y la panela. La primera actividad consiste en una visita a una finca cafetera, donde se detalla el proceso de producción desde la recolección manual hasta la cata guiada, con énfasis en las técnicas empleadas por los caficultores.
La segunda experiencia está centrada en la producción artesanal de la panela. En los trapiches tradicionales, los visitantes observan cómo se muele y bate la caña de azúcar hasta formar los bloques del edulcorante. Este producto es utilizado en bebidas como el aguapanela, el guarapo y la chicha, así como en postres típicos de la región. Ambas actividades buscan destacar el valor del trabajo agrícola y el conocimiento ancestral detrás de estos ingredientes.También lea: Altas tasas de rotación y bajos salarios marcan la hotelería en América Latina

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El último destino es Santa Marta, donde se celebra la Fiesta del Mar del 24 al 29 de julio. En esta ciudad costera, la oferta gastronómica no se limita a los productos del mar, sino que incluye también una variedad de frutas propias del ecosistema local. Las experiencias recomendadas incluyen un taller de cocina tradicional, donde cocineras locales enseñan la preparación de cocadas a base de coco, papaya y mango. Otra actividad es un taller de coctelería dirigido por un descendiente de la comunidad arhuaca, que utiliza ingredientes regionales y técnicas ancestrales para elaborar cócteles servidos en cáscaras de coco. En ambas experiencias, los participantes aprenden sobre la relación entre los sabores, el territorio y las tradiciones culturales de la región.PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio
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