Ola polar: cuál es el pueblo más frío de la Argentina y dónde escaparse para sentir calorcito en invierno

La ola polar se instaló con fuerza en nuestro país en estos días, y revivió la grieta clásica entre los “team verano” y los “team invierno”: unos despotrican y se abrigan hasta los dientes; los otros disfrutan del frío que cala los huesos con temperaturas que llegarían a mínimas bajo cero hacia el fin de esta semana en algunas zonas del Gran Buenos Aires, pero que, como cada invierno, ya se instalaron en gran parte del país.

Si hablamos de regiones, la más fría de la Argentina es la Patagonia, aunque con diferencias importantes según la zona, la altitud sobre el nivel del mar y la cercanía o lejanía del océano, que actúa como el gran moderador de las temperaturas.

Por eso las zonas más frías están “tierra adentro”, lejos de las grandes masas de agua, y el frío se acentúa en lugares de cierta altitud, a la vez que las condiciones de humedad y los vientos influyen para que la sensación térmica suela descender aún varios grados más que la temperatura real.

Varias de las localidades que suelen alcanzar récords de registros térmicos negativos cada invierno se ubican entre el sur de Mendoza y el centro de Santa Cruz, aunque las palmas en el promedio se las lleva un pequeño pueblo ubicado en la meseta rionegrina, a 275 km de Bariloche, 370 de Las Grutas y 336 de El Bolsón.

Se trata de Maquinchao, un pueblo de casi 3.000 habitantes ubicado a 888 metros sobre el nivel del mar, y que sería algo así como el paraíso para los amantes del frío y la nieve, y el infierno para los que buscan siempre sol, playa y calor.

De acuerdo con las estadísticas del Servicio Meteorológico Nacional, la temperatura más baja registrada en Maquinchao fue en 1991, cuando los termómetros marcaron unos sorprendentes 35,3 grados bajo cero.

Y aunque en los últimos 34 años no se superó este registro, lo cierto es que cada invierno la localidad sigue ubicándose en la cima de las más frías en cuanto a temperaturas promedio invernal se refiere.

En el invierno de 2008 se dio la situación de que se registraran 10 bajo cero en la Antártida y 25 bajo cero en Maquinchao, mismo registro que en el invierno de 1990. Y este año hubo un aviso que preocupó a algunos: el pasado 15 de mayo, a las 8 de la mañana, se registró en este pueblo rionegrino nuevamente la temperatura más baja del país, con 11 grados bajo cero, en pleno otoño.

Maquinchao se encuentra en la región de la llamada “Línea Sur” de Río Negro, y las bajas temperaturas son parte de la identidad del lugar. Cada invierno se registran marcas de varios grados bajo cero y no son raros los años en que las intensas nevadas aíslan a sus pobladores, aunque, dicen los vecinos, ya el frío y la nieve no tengan la intensidad que alcanzaban décadas atrás.

Además de por el frío y la nieve, Maquinchao es conocido por su actividad ganadera, basada en la cría de ovejas. De hecho, hasta el significado de su nombre se relaciona tanto con el frío como con el ganado: proviene del idioma tehuelche y se interpreta como “lugar de invernada” o “lugar para pasar el invierno”, a partir de los términos tehuelches “maguen” (invierno) y “chawe” o “kawe” (lugar).

Maquinchao fue declarado en 2004 “Capital Provincial de la Lana”, y cada febrero -ya sin frío- celebra la Fiesta Provincial de la Lana.

Es que aunque sea el pueblo más frío en invierno, lo cierto es que por su ubicación mediterránea, lejos de los océanos, registra una gran amplitud térmica, y en verano el promedio de temperaturas máximas se ubica en unos agradables 26 grados.

Ubicado sobre la ruta provincial 23, que cruza la provincia de la costa a la cordillera, Maquinchao es uno de los puntos desde los que se visita la inmensidad de la meseta de Somuncurá.

Además de Maquinchao, otras localidades que suelen experimentar bajas temperaturas en la Argentina son la cercana Bariloche, que el 17 de julio de 2017 batió su mínima histórica, cuando llegó a 22,4 grados bajo cero, superando el registro anterior, del 30 de julio de 1963, que había sido de 21,1 grados negativos.

También Malargüe, en el sur de Mendoza, suele tener registros extremos en invierno. De hecho, este lunes 23 de junio, con el inicio de la ola polar en el centro del país, esta ciudad cercana a la reserva La Payunia se posicionó como la más fría de la Argentina continental, al registrar -7,5 °C, mientras que la sensación térmica alcanzó los -12 °C.

Uspallata, en la precordillera mendocina, es otro punto con registros muy fríos cada invierno: este lunes rozó los 5 grados bajo cero (-4,8), en tanto Esquel, en el noroeste de Chubut, es otra ciudad con fríos importantes: 4,5 °C bajo cero el lunes pasado, luego de un mayo inusualmente cálido: el mes pasado la mínima había sido de “solo” 1,9 bajo cero, mucho menos que los 6,2 °C bajo cero de mayo de 2024; los -5,1 del mismo mes de 2023 y los 7,7 °C negativos que dejó mayo de 2022. El 18 de julio de 2023, Esquel fue la ciudad más fría del país, con 9,1 grados bajo cero.

Sin embargo, esta ciudad también registra temperaturas muy altas en verano, que han llegado a rozar los 35 grados, por lo que, si se trata de frío durante todo el año, quienes gustan de las bajas temperaturas deberían fijarse en Río Gallegos, capital de Santa Cruz, donde la temperatura media anual ronda los 7,6 grados, alrededor de 2 grados en invierno, con mínimas que han alcanzado los -20 °C.

Por el contrario, quienes buscan escapar del frío podrían poner la mira en Formosa, que es la provincia argentina más calurosa en invierno y una de las que registra las más altas durante el año, según el sitio Clima.com, junto con Chaco, el este de Salta, Santiago del Estero, Santa Fe, Corrientes y gran parte de Misiones.

Y en el centro de Formosa, a casi 300 km de la capital provincial, está la que es considerada la ciudad más calurosa del país: Las Lomitas, donde las máximas superan fácilmente los 40 °C en invierno, y aunque las mínimas puedan llegar a 0 grados, a lo largo del día suelen trepar hasta los 28 o 30 °C. De hecho, el promedio anual de temperatura es de 24 grados.

En este caso el nombre de la ciudad se debe a “las suaves ondulaciones del terreno de los alrededores que originan pequeñas lomas”, según aclara el sitio oficial de turismo de Formosa, que también detalla que la ciudad es cabecera del departamento Patiño y “uno de los centros poblacionales más importantes del interior de la provincia, con unos 12.000 habitantes”.

Fortín Soledad, ubicado a 64 kilómetros de Las Lomitas, es uno de los principales puntos de acceso al espectacular paisaje del Bañado La Estrella, el segundo humedal más grande de la Argentina después de los Esteros del Iberá, donde se puede observar una variada fauna, de Cantidad de serpientes a yacarés o lobitos de río hasta nutrias, carpinchos y más de 300 especies de aves.