El presidente electo polaco pide al primer ministro que no “destruya la democracia” cuestionando el resultado electoral.

El presidente electo de Polonia, Karol Nawrocki, alineado con la oposición, ha instado al primer ministro Donald Tusk a no "destruir la democracia" cuestionando la validez de su reciente victoria electoral. Sus declaraciones se producen después de que Tusk sugiriera que podría ser necesario un recuento completo de los votos debido a irregularidades.

Nawrocki, el candidato apoyado por el partido nacional-conservador Ley y Justicia (PiS), salió triunfante en una segunda vuelta electoral el 1 de junio contra Rafał Trzazkowski, el líder adjunto de la Coalición Cívica centrista (KO) de Tusk.

El resultado fue un duro golpe para el gobierno, que ahora tendrá que seguir cohabitando con un presidente mayoritariamente hostil y alineado con el PiS tras la salida del actual presidente, Andrzej Duda, en agosto. El presidente ejerce el poder de veto, lo que le permite bloquear gran parte de la agenda gubernamental.

Desde la victoria de Nawrocki, algunas figuras de la coalición gobernante de Tusk han estado destacando informes de irregularidades en algunos centros de votación, en particular casos en los que los votos a favor de Trzaskowski fueron asignados erróneamente a Nawrocki.

En respuesta a estas quejas, el Tribunal Supremo ordenó recuentos parciales en 13 colegios electorales . El sábado, la Fiscalía Nacional confirmó que, en 10 de los casos revisados, se habían asignado votos erróneamente a favor de Nawrocki en siete de ellos.

El número de votos en cuestión no es ni de lejos suficiente para anular el margen de victoria de Nawrocki, de casi 370.000 votos. Sin embargo, aún existen otras protestas relacionadas con las elecciones que está considerando la Corte Suprema, responsable de validar los resultados electorales.

Se presentaron alrededor de 50.000 quejas en total, según informó el portavoz del tribunal a PAP el viernes. Se espera que el tribunal las examine todas antes del 2 de julio antes de emitir ese mismo día una decisión sobre la validez de las elecciones.

Cuando se le preguntó sobre el tema el viernes, Tusk dijo que "si se controlan las protestas y resulta que las elecciones fueron falsificadas a una escala que cambió el resultado electoral, entonces, por supuesto, todos los votos en todo el país deberían contarse".

Si eso ocurre, "no debería hablarse de juramentar al presidente" hasta que se aclaren los resultados, añadió, citado por el sitio web de noticias wPolityce. Sin embargo, Tusk enfatizó que él mismo no estaba haciendo ninguna suposición sobre la validez de las elecciones ni pretendía invalidarlas.

El primer ministro también señaló que su gobierno no reconoce la legitimidad de la sala del Tribunal Supremo encargada de validar las elecciones, debido a que está integrada por jueces designados por un organismo que se volvió ilegítimo por las reformas judiciales del PiS cuando estaba en el poder.

Hizo un llamamiento a Duda para que retire su veto a un proyecto de ley que pretendía resolver la disputa, para que “tengamos jueces de la Corte Suprema cuya decisión todos aceptemos”.

El sábado por la tarde, Duda respondió a las declaraciones del primer ministro declarando que «Donald Tusk y sus colegas no pueden aceptar la derrota en las elecciones presidenciales». Les instó a «cesar los procesos judiciales, las mentiras y las presiones».

—¡Aléjense de las papeletas electorales presidenciales! —continuó Duda—. No me cabe duda de que no se les debe permitir ni siquiera tocar los votos emitidos por los ciudadanos.

El domingo, el propio Nawrocki también intervino en los comentarios de Tusk. «Señor primer ministro, tenemos que empezar a acostumbrarnos, así que es hora de dejar atrás la histeria y no destruir la democracia polaca, sino empezar a cooperar», declaró el presidente electo, citado por Polsat News.

Una encuesta realizada por UCE Research para el sitio web de noticias Onet, publicada la semana pasada, reveló que poco más de la mitad de los polacos (el 51,5 %) está a favor de un recuento de todos los votos. Otro 15,1 % solo quiere recuentos en los distritos donde se detectaron errores, mientras que el 25,8 % se opone a cualquier recuento.

Otra encuesta de SW Research para el importante diario Rzeczpospolita revela que el 49% de los polacos está a favor de un recuento total y el 38,9% se opone.

Sin embargo, el presidente de la sala del Tribunal Supremo encargada de validar las elecciones, Krzysztof Wiak, dijo al sitio web de noticias Money.pl que no existe ninguna regulación que permita un recuento de votos en lugares donde no se han identificado irregularidades.

Crédito de la imagen principal: Kuba Atys / Agencja Wyborcza.pl