Escaleras de la Vergüenza en el río San [FOTOS]

Crecí en el río San. No recuerdo que las escaleras fueran renovadas.

Salgo a pasear con mi perro varias veces al día. El paseo marítimo es perfecto para un paseo así. Por desgracia, el estado de las escaleras es desalentador. Botellas rotas, tapones, latas de cerveza, mechones de césped y restos de hierba cortada. Hace unos días, me acerqué a los trabajadores municipales de Przemyśl mientras cortaban el césped y les pregunté por qué no barrían y limpiaban las escaleras a la vez. «No es nuestro», escuché la respuesta. «¿De quién?». «No lo sabemos».

Y probablemente me habría dado por vencido si no fuera porque, durante un paseo nocturno, mi perro se cortó la pata con uno de los vasos rotos. Tuve que ir al veterinario. Resultó que no era la primera vez que pasaba. El día anterior, un perro había llegado con una pata cortada y sangrando.

De ahí mi llamada al periódico. Quizás publicar este asunto aparentemente trivial cambie algo. Si las autoridades de Przemyśl no son realmente responsables del estado de las escaleras y la limpieza del paseo marítimo, al menos deberían interesarse en este problema. Al menos deberían obligar a alguien a cumplir con su deber. Está bien que se corte el césped dos o tres veces al año, pero ¿no pueden usar algunas escobas al mismo tiempo? Porque con eso es suficiente, ya que las escaleras no se pueden renovar por completo. No se necesita mucho dinero, solo un poco de voluntad y buen sentido de la gestión. Estoy indignado porque durante años he intentado que los servicios municipales, los concejales y ahora también Aguas Polacas se interesen en este asunto. No podemos hacer la vista gorda ante semejante desastre. Sobre todo porque, como demuestra mi caso, las escaleras pueden ser peligrosas para las mascotas.