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Moscú está en ebullición. Nunca ha habido nada igual.

Moscú está en ebullición. Nunca ha habido nada igual.
  • En Rusia, existe presión sobre el banco central para que reduzca aún más las tasas de interés.
  • Hace dos semanas, los tipos de interés se redujeron al 20 %. Ahora resulta que esta medida no es suficiente para el Kremlin.
  • Después de años de guerra y alta inflación, los rusos tienen expectativas de inflación muy altas.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo el jueves que el último recorte de las tasas de interés en un punto porcentual no era suficiente y que su nivel actual estaba obstaculizando el desarrollo de la economía rusa.

Ese mismo día, quizá no por casualidad, el ministro de Economía, Maksym Reshetnikov, declaró que Rusia ya estaba al borde de la recesión . Al mismo tiempo, advirtió que no predecía una recesión, ya que «todo depende de nuestras decisiones».

El banco central ruso tiene en realidad un problema bastante similar al estadounidense, pero a una escala mucho mayor:

Debe elegir entre luchar contra la inflación y ayudar a la economía a evitar que caiga en recesión.

En los últimos meses, el banco central de Moscú se ha centrado en lo primero, elevando el tipo de interés principal al 21 % en un momento en que la inflación rondaba el 10 %. Recientemente, ha comenzado a bajar de forma más significativa, por lo que hace dos semanas introdujo el primer recorte al 20 %, que ahora ha resultado insuficiente para el Kremlin.

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Los comentarios de Peskov también son interesantes porque la directora del banco central ruso, Elvira Nabiullina, ha sido considerada durante años como una persona respetada y valorada por Putin, en quien el líder ruso tiene plena confianza. Su contribución a la estabilización del tipo de cambio del rublo y de toda la economía en las primeras semanas tras el ataque ruso a Ucrania en 2022 fue ampliamente reconocida. Ahora, sin embargo, por primera vez, existe una clara presión verbal, lo que podría indicar que su posición en el establishment ruso se está debilitando.

Nabiullina ha insistido repetidamente en sus ruedas de prensa en que debe ser muy cuidadosa con los recortes de tipos, ya que, tras años de guerra y alta inflación, los rusos tienen expectativas de inflación muy altas y una confianza muy limitada en el rublo. Por otro lado, los principales problemas de la economía rusa son estructurales y no se derivan de la política monetaria, sino que están relacionados con:

  • falta de gente para trabajar,
  • con mala demografía,
  • reclutamiento de jóvenes trabajadores en el ejército,
  • y sanciones internacionales que limitan los ingresos de Rusia por las ventas de petróleo y gas.

En este tipo de problemas, simplemente reducir las tasas de interés no haría mucha diferencia.

wnp.pl

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