Cartas al director

Según PÚBLICO: «Neonazis atacan a voluntarios que distribuían comida a personas sin hogar en Oporto. La PSP confirma la detención de un sospechoso, que se negó a ser identificado e incluso empezó a empujar a los policías, y luego, sin que nadie lo previera, golpeó a uno de ellos, siendo detenido allí». Esta vez fue en Oporto, hace unos días en Lisboa.
Al igual que ha venido ocurriendo con las bandas internacionales de carteristas, donde el robo ni siquiera se considera delito público como para permitir una acusación por parte del Ministerio Público, dado el aumento de la violencia de la extrema derecha, que ahora está siendo ejercida por el poder judicial en Oporto. «El detenido, un hombre de 24 años, fue puesto a disposición de las autoridades judiciales competentes y se le ordenó comparecer semanalmente ante las autoridades policiales de su zona de residencia, mientras que el otro implicado, un hombre de 27 años, solo fue identificado en el lugar de los hechos».
Esta legislación está claramente desconectada de la realidad, permitiendo que el discurso de odio de la extrema derecha se considere un acto de robo vulgar. Lo que se le pide al Parlamento no son solo palabras de condena a los actos de violencia de la extrema derecha, sino un marco legal que nos permita considerar que los actos de intimidación o agresión no pueden juzgarse de forma aislada, sino como actos terroristas que buscan influir en la sociedad. (…)
José Cavaleiro, Matosinhos
Cunhal y EugeneAyer, 13 de junio, se cumplieron 20 años de la muerte de Álvaro Cunhal y Eugénio de Andrade, figuras ilustres de la cultura portuguesa. De Álvaro Cunhal, conservamos la siguiente frase de su obra "Arte, Artista y Sociedad ", pág. 52: "Nadie cuestionará el derecho a defender una opinión. Sin embargo, el absolutismo y el dogmatismo son enemigos del análisis, la comprensión y la justa valoración de la verdad". También conservamos de sus Obras Escogidas , vol. I, pág. 44: "La felicidad solo puede existir como tributo a toda una vida. Solo la satisfacción con la vida vivida puede hacernos felices".
De Eugénio de Andrade traemos a nuestra memoria colectiva su poema Urgentemente : "El amor es urgente,/ Un barco en el mar es urgente.// Es urgente destruir ciertas palabras/ el odio, la soledad y la crueldad,/ algunos lamentos,/ muchas espadas,// Es urgente inventar la alegría,/ multiplicar los besos, las cosechas,/ es urgente descubrir rosas y ríos/ y mañanas claras.// El silencio cae sobre los hombros,/ y la luz impura hasta herir./ El amor es urgente./ Es urgente permanecer."
Las citas, a pesar de la distancia en que fueron producidas, son actuales y pertinentes.
José P. Costa, Lisboa
¿La visión ética prescribe?El discurso pronunciado por la escritora Lídia Jorge el 10 de junio provocó reacciones de carácter nacionalista o pseudocientífico, e incluso un caso, que yo sepa, de falsedad engañosa. Hay un aspecto fundamental que, a mi entender, me gustaría destacar: la perspectiva ética. La ética no es la ley que busca encontrar culpables o indemnizar a las víctimas, ni es la relatividad histórica ni la moral circunstancial. La ética identifica el mal en actos humanos ocurridos en el pasado y que pueden retornar de diferentes formas en el futuro. El bien del pasado colectivo debe ser elogiado, pero para evitar que un tipo de mal vuelva a ocurrir es necesario no ocultarlo y proporcionar una pedagogía y una «profilaxis» adecuadas. La historia del siglo XX muestra claramente que, con nuevas técnicas, millones de personas inocentes fueron aniquiladas y nuevas amenazas persisten en el presente. La responsabilidad ética no debe caducar y Lídia Jorge debe ser elogiada por recordar lo que no debe olvidarse y lo que debe evitarse.
A. Betamio de Almeida, Lisboa
Discurso de Lydia JorgeEl discurso de Lídia Jorge en las celebraciones del 10 de junio debería ser leído por todos aquellos que suscriben ideologías segregacionistas. Recuerdo que la autora de Misericordia era repatriada y no albergaba hostilidad alguna hacia quienes provenían de antiguas colonias. Sin embargo, lo que faltó en este discurso fue la condena del genocidio en Gaza. Si tenemos la sangre del traficante de esclavos y del esclavo, también tenemos sangre judía y palestina. Al fin y al cabo, ¿dónde está la pureza racial que proclaman los extremistas judíos? Cuando ni siquiera se conoce el árbol genealógico, ¿cómo se puede sistematizar la segregación? La esclavitud fue una de las mayores vergüenzas de la humanidad. Y este sistema se impuso en Estados Unidos y en innumerables países europeos, hoy llamados democracias avanzadas. Los barcos negreros, el castigo corporal a los negros, la violencia sexual de los blancos contra los esclavos negros nos llevan a considerar la moral europea, que hoy guarda silencio sobre el genocidio en Gaza.
Ademar Costa, Portugal
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