Desfile de verano


Aquí tenemos el verano, siempre desfilando con la misma cadencia. Está casi a mitad de camino, y hoy marca el primer mes completo. Hablamos del mes de julio y su trigésimo primer día, el día que a muchos les disgusta, porque, como todos decimos, un mes tiene treinta días; quienes viven de su salario mensual consideran este día poco querido, ya que no se valora en su salario. Como número cardinal, también es impopular, porque si hay que hacer una división, no se resuelve con los números correctos, siendo la persona la que actúa como divisor. El treinta y uno, como sustantivo, además de ser el nombre de un juego de entretenimiento, también sirve para designar una vergüenza difícil de resolver, así como una disputa donde el desacuerdo da lugar a la ley del más fuerte. Ya estamos en una época en la que los días se acortan en su período solar; cualquiera como yo, que se levanta de la cama a las seis de la mañana, lo nota, pues puede ver claramente cuánto tarda en salir el sol. Pero como todavía hace calor durante el día, aprovecho las temperaturas más cálidas de la tarde para disfrutar del aire acondicionado. Puede que no sea muy saludable, pero lo perdono por el daño que pueda causarme, considerando el placer que me proporciona. Las tardes también son más cortas, como lo demuestran los turnos de trabajo programados, donde veo el sol ya cerca del ocaso. Claro que también sé lo que piensan quienes me leen. No digo nada nuevo; esto ha sido así toda mi vida y seguirá siéndolo, ya que no se ha descubierto ni inventado nada nuevo. Sin embargo, debo enfatizar que esta es una realidad cotidiana.
Nos encontramos al final de una era que, desde una perspectiva social, caracteriza claramente la vida de la población portuguesa, así como de la europea. Estamos entrando en una época de cambio en casi todos los sectores de la sociedad . Estamos iniciando una nueva era en la educación, donde, además del ascenso de algunos, hay quienes comienzan sus carreras académicas y quienes las abandonan para incorporarse al mercado laboral. Simultáneamente, esta misma actividad está experimentando el movimiento de docentes que, por cualquier motivo, se ven obligados a abandonar sus instituciones educativas. El nuevo año judicial nos trae otros protagonistas, especialmente a nivel local, donde se observa una mayor rotación en los puestos con poder de decisión sobre quienes permanecen allí debido a desacuerdos legales.
En mi opinión, el mayor entusiasmo popular se sentirá durante la temporada de fútbol, que comienza por estas fechas. Al ser bastante larga, las distintas clasificaciones están en constante ebullición. La fiebre de los clubes desplaza a muchos aficionados y enfrenta a los diferentes colores, sin que se llegue a un consenso. Aquí, solo hay una certeza: gana quien marque más goles. Otra pasión que también está en auge es la caza, que, aunque en declive, también impulsa a muchos aficionados a las armas a las zonas más despobladas, más aptas para la caza. También es época para que quienes cultivan la tierra hagan sus cuentas anuales y comprueben si sus ingresos han cubierto los gastos, ya que las cosechas ya dan señales de producción, y algunas ya lo han hecho. El cambio es evidente en todas partes, incluso la moda muestra sus mejores estilos para la próxima temporada, que aquí llamamos otoño/invierno. Esta es mi visión de la próxima temporada. Nada extraño en el calendario, pues todo seguirá como antes, a no ser que el cambio climático empeore la vida en el mundo en el que vivimos. La ciencia es consciente, así que creo que lo peor se puede evitar, aunque para mi esperanza de vida, que no es mucha, todo seguirá como está.Les deseo a todos un buen agosto, y si están de vacaciones, mucho mejor. Estaré aquí el 28 de ese mes. Hasta entonces, ¡cuídense!
Jornal A Guarda