¡El mitómano y el alucinador!

Tarde o temprano, tenía que pasar. Trump y Musk. Dos egos. Una misma sala. No duró mucho. Claro.
Trump inventa. Miente con todo detalle. Se cree sus propias historias. Es un mitómano, pero con talento. Mezcla la verdad con la ficción. Y convence. A millones.
¿Musk? Es diferente. Obsesionado. Con ideas, personas y misiones mesiánicas. No escucha a nadie. No le importan las consecuencias. Es un delirante. Y se cree un genio. A veces acierta. Otras veces, lo destruye todo.
Uno vale el PIB portugués. El otro no participa en ese campeonato. Pero ahora están en guerra. Infantil. Ridículo. Dos niños malcriados peleándose por juguetes. ¿Alguien pierde? Nadie. Porque ambos siguen. Trump, con sus fábulas en Washington. Musk, con cohetes y chips cerebrales. Literalmente.
Pero hay una idea ahí, en medio del caos, que tiene sentido. Un Ministerio solo para controlar el gasto público. En serio. Un DOGE en la Unión Europea. Sin política. Solo contabilidad. Y resultados.
¿Y por qué no uno en Europa? Urgente. Bruselas gasta mucho y nadie pide nada. Es muy necesario.
Los textos de esta sección reflejan las opiniones personales de los autores. No representan a VISÃO ni reflejan su postura editorial.







