El Palacio de Mannheim, centro de poder de la abuela de Estefânia. Otro episodio de "Los lugares de esta historia", de Isabel Stilwell.

La hija mayor de los príncipes de Hönzhollern-Sigmaringen nació en la casa de campo de Krauchenwies el 15 de julio de 1837. Sus padrinos fueron el rey de Prusia y su abuela, Estefanía Napoleón von Baden, de quien heredó el nombre. Dos meses mayor que su futuro esposo, fue elegida por la reina Victoria y el príncipe Alberto, quienes vieron en la princesa la esposa ideal para su brillante y melancólico sobrino, a quien tanto amaban.
Esta serie de vídeos y podcasts, realizada en colaboración con VISÃO, también es un incentivo para que hagas las maletas y vayas a conocer estos lugares con tus propios ojos.
Palacio de Mannheim
La grandeza y la opulencia del Palacio de Mannheim nos ayudan a comprender el mundo en el que Estefânia vivió antes de llegar a Lisboa en mayo de 1858, ya casada por poderes y reina de Portugal. Esta fue la residencia de su poderosa y decidida abuela y madrina, Estefanía de Beauharnais «Bonaparte», Gran Duquesa de Baden, hija adoptiva de Napoleón, quien dejó una huella imborrable en su nieta, a quien mantuvo una gran relación. Estefânia pasó largas temporadas aquí, en una corte apasionada por la música y el arte, pero también por la política, en salones donde los derechos de las mujeres eran un tema muy presente. La construcción del Palacio de Mannheim comenzó en 1720, albergando a los príncipes electores del Palatinado, y posteriormente se le añadió una Ópera, así como un ala dedicada a las artes y las ciencias. Pasó a ser propiedad del Ducado de Baden en 1802 y residencia de la abuela de Estefânia entre 1819 y 1860. Gravemente dañado durante la Segunda Guerra Mundial, fue reconstruido siguiendo fielmente el estilo Imperio con el que lo decoró la Duquesa, lo que nos permite revivir la época en la que nuestra Reina vivió allí: su retrato en el aposento privado de la Duquesa, fallecida un año después de su querida nieta, da testimonio de su proximidad.