Iran'25: Ya hemos visto esta película antes…

Tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, el mundo dedicó parte de 2002 a debatir si Irak poseía armas nucleares. En 2003, Estados Unidos lideró una coalición que atacó y ocupó Irak, cambiando el régimen con el objetivo de democratizarlo. Como resultado, millones de personas murieron y Irak se desintegró. No había democracia, ni la hay, pero mientras tanto, existía el Estado Islámico, con muchas atrocidades de por medio.
Hoy, dos décadas después, sabemos que las pruebas que la administración estadounidense presentó al mundo en aquel momento eran falsas. En aquel entonces, Hans Blix, exministro de Asuntos Exteriores sueco, dirigía el Organismo Internacional de Energía Atómica y afirmó que no se había encontrado ninguna prueba del desarrollo de armas nucleares.
En los últimos días, Israel nos ha informado que Irán está a semanas de poseer armas nucleares y necesita defenderse de una amenaza existencial. Hoy, como a principios de siglo, el director del Organismo Internacional de Energía Atómica, el diplomático argentino Rafael Grossi, ha declarado que Irán está, en el mejor de los casos, a tres años de tener capacidad nuclear. Los líderes iraníes siempre han mantenido que su interés en la tecnología nuclear solo tiene fines civiles, no militares.
Confieso que, quizás debido a la influencia etnocéntrica occidental, tiendo a compartir la idea del peligro de que Irán posea armas nucleares. Influencia etnocéntrica porque, en Occidente, tendemos a minimizar la racionalidad de los actores no occidentales, como si no se les aplicaran las mismas reglas.
Creemos, entre nosotros, en la disuasión que ofrece la garantía de destrucción mutua, resultante de la capacidad de un segundo ataque (en términos sencillos: dos estados con armas nucleares no se atacan mutuamente si ambos pueden responder a un ataque). Esto convierte a las armas nucleares, en el lenguaje de Raymond Aron, en un "poder inutilizable". Cuando no son occidentales, tendemos a pensar que la racionalidad no es la misma. Sting cantaba durante la Guerra Fría que "esperaba que los rusos también amaran a sus hijos".
En realidad, como en Irak, la amenaza nuclear es el "casus beli" de una pretendida guerra de autodefensa preventiva, basada en el miedo que provoca (también por sí misma) un régimen debidamente demonizado, con dos objetivos claros: provocar un cambio de régimen (o en el límite desestabilizarlo), para crear seguridad para Israel; y, impedir efectivamente que Irán desarrolle una capacidad nuclear, lo que quitaría a Israel la supremacía que le confiere la posesión de ese arma.
Los primeros días de la guerra han demostrado que los servicios de inteligencia israelíes siguen siendo eficientes; los líderes iraníes han sido blanco de ataques y las instalaciones de investigación y desarrollo militar han sido atacadas. Sin embargo, Israel no cuenta con las armas necesarias para destruir las instalaciones construidas a gran profundidad, y su escudo antimisiles no ha podido detener por completo todos los misiles iraníes.
Si el régimen iraní se resiste y Estados Unidos se ve obligado a intervenir directamente en el conflicto, podría verse envuelto en un nuevo atolladero. La última vez que lo hizo, pasó décadas librando guerras en Irak y Afganistán. Al despertar, descubrió que la economía china era casi del mismo tamaño que la suya.
¿Cómo será el mundo después del próximo despertar?
Jornal Sol