PS, Livre, PCP, BE y PAN exigen una respuesta firme a la violencia de extrema derecha

La manifestación, que tuvo lugar ayer frente al Teatro A Barraca, reunió a centenares de personas y sirvió de escenario para un fuerte llamamiento contra los discursos de odio y la violencia política.
Jorge Pinto, diputado de Livre , destacó que “el sector cultural siempre está entre los primeros objetivos de estos grupos” y consideró que es fundamental “combatir los discursos de odio, ya sea en las redes sociales, en los medios de comunicación o en el Parlamento”.
Para el diputado, el silencio institucional ha sido cómplice: «Es inaceptable que representantes de la extrema derecha tengan tiempo ilimitado para difundir discursos violentos. Se espera que esta violencia se refleje en las calles», añadió.
Jorge Pinto pidió al gobierno valentía política para cumplir con la Constitución y aplicar la ley: «Contamos con un marco legal que debería protegernos de este tipo de organizaciones. Lo que nos falta es voluntad».
El diputado también acusó a algunos líderes políticos de minimizar el peligro de la extrema derecha: «Los demócratas no deben caer en la falsa ecuación entre una extrema derecha peligrosa, violenta y a menudo asesina, y una posible izquierda que, según algunos, también es violenta. Eso no es cierto».
Por parte del PCP , Paulo Raimundo recordó que «esto no es una escaramuza, es un crimen de odio», advirtiendo que el artículo 46 de la Constitución prohíbe expresamente la existencia de organizaciones fascistas o neonazis. «Las autoridades tienen que actuar. Parece que han hecho algo, pero claramente no es suficiente», lamentó.
El secretario general comunista argumentó que «el enemigo no son nuestros vecinos inmigrantes ni trabajadores, sino quienes concentran la riqueza a costa del trabajo de todos», y criticó la estrategia de «divide y vencerás»: «Está alimentando el discurso de la división. Está echando leña al fuego».
Mariana Mortágua, líder del Bloque de Izquierda , acusó al gobierno de encubrir el crecimiento de estos grupos. «El grupo que atacó este teatro tiene miembros que asesinaron a Alcindo Monteiro hace 30 años. Fue identificado como terrorista en el informe de seguridad interna, pero ese capítulo fue eliminado, y fue el gobierno el que decidió ocultar este peligro», declaró.
El coordinador de BE enfatizó que «el fascismo nos entra en la cabeza antes de tomar el poder» y que la connivencia institucional contribuye a su normalización: «No todo es igual. La extrema derecha ataca a la gente, a los teatros y a las fiestas. No puede ser tratada como una versión más de la realidad».
Mortágua también criticó que el agresor fuera entrevistado en televisión para, según ella, «relativizar el acto» y «presentar una versión alternativa». Para la líder del Bloco, «esto le da una plataforma al fascismo y refuerza su trivialización».
Inês Sousa Real, portavoz del PAN , alertó contra la “normalización de discursos y comportamientos fascistas, incluso dentro de la Asamblea de la República”.
Además del caso del actor agredido, recordó otras situaciones recientes: «Dos voluntarios también fueron agredidos en Oporto mientras distribuían comida a personas sin hogar. Esto se está extendiendo», comentó.
El diputado también denunció amenazas personales: «Esta semana supimos que el Ministerio Público acusó a una persona de afirmar que mi cabeza y la de otros diputados estaban expuestas en una farola de la Avenida da República. Esto es intolerable».
Inês Sousa Real abogó por una mayor capacitación de la policía, mayores recursos para la justicia y la vigilancia activa de los grupos de odio: «Tenemos que actuar con firmeza, dentro y fuera del Parlamento. Si creen que nos van a asustar, no nos quedaremos callados», concluyó.
El PS estuvo representado, entre otros, por el líder parlamentario, Pedro Delgado Alves.
Barlavento