Tras 12 años juntos, pareja cumple sueño de ser padres con la madre sustituta de su hermana
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Con la ayuda de su hermana y la ciencia, una pareja hace realidad su sueño de ser padres — Foto: Proporcionada
El Día de San Valentín de 2012, Magno Júnior y Marcelo Marques se conocieron en una fiesta en la zona rural de Rio Grande do Norte. Presentados por un primo, intercambiaron miradas, conversaciones y, solo al final de la noche, intercambiaron sus números de teléfono. "Fue casi como la señal definitiva de que su historia debía continuar", recuerdan.
Doce años después de aquel primer encuentro, ambos viven el inicio de una nueva etapa: la paternidad.
La hija de la pareja, Mel, aún no ha nacido, pero ya ha transformado su vida diaria. El embarazo es posible gracias a un gesto inesperado: la hermana de Magno, Ana Priscila, se ofreció a ser madre sustituta.
La fecundación se realizó mediante fertilización in vitro, con la supervisión de la Dra. Maria Luisa Capriglione, en Natal.
El deseo de ser padres surgió durante la pandemia en 2020. “Necesitábamos a alguien a quien cuidar, a quien amar, a quien recibir con un abrazo después de un largo día”, dijo Marcelo.
Sentíamos que estábamos listos para amar otra vida. Y así nació en nosotros el deseo de ser padres: con el corazón ya pleno, pero listos para más», dice.
El primer intento, sin embargo, terminó en frustración. En 2023, acudieron a una clínica en Natal y el médico les dijo que las posibilidades eran escasas.
"La forma en que nos trataron nos dolió. No solo desestimó nuestras oportunidades, sino que puso todos los obstáculos posibles en nuestro camino, como si nos cerrara la puerta a nuestro sueño ante los ojos. Salimos de allí con el corazón apesadumbrado, considerando seriamente dejar de lado ese profundo deseo y simplemente seguir adelante con nuestras vidas", recuerda.
Pero el sueño se reavivó inesperadamente en la propia familia. Ana Priscila, hermana de Magno, se ofreció a ser la madre sustituta de la pareja. La propuesta surgió espontáneamente durante una conversación.
"Dijo que ya era hora de que tuviéramos a nuestro hijo. Y cuando le contamos sobre la clínica y la frustración que habíamos experimentado, nos dijo: 'Seré su madre sustituta'", recuerda Marcelo.
Ana todavía estaba embarazada de su hijo, y el trámite comenzó formalmente recién más de un año después.
Fue en este contexto que Marcelo conoció por casualidad a la Dra. Maria Luisa Capriglione. Él trabaja en diseño de interiores y fue a su clínica en Natal para organizar el espacio.
Durante una conversación, le conté nuestro sueño y me contó que trabajaba con FIV, reproducción humana. Al escuchar nuestra historia, me tomó de la mano y me dijo: "Todo va a salir bien". Y a partir de ese momento, todo empezó a cambiar. Nos recibieron de una forma que jamás imaginamos. Nos apoyaron, nos abrazaron y nos reconfortaron", dice Marcelo.
A partir de entonces, el proceso tomó un nuevo rumbo. La pareja afirma que el personal de la clínica los recibió con los brazos abiertos y se sintieron seguros al seguir adelante con el proceso. Después vino la fecundación in vitro, la implantación del embrión y, poco después, la confirmación del embarazo.
“Ana nos sorprendió con apenas cinco días de embarazo. Fue una mezcla de alivio, alegría, gratitud y un amor incontenible”, cuentan.
Desde entonces, Magno y Marcelo han compartido su historia en redes sociales. En su perfil @doispaisdemel, comparten cada etapa con quienes también sueñan con formar una familia.
“Nos damos cuenta de cuánto la falta de información y los prejuicios dañan y alejan a quienes sueñan con ser padre o madre”, aseguran.
La pareja dice que enfrentaron críticas y comentarios crueles a lo largo de su viaje, especialmente con respecto a la decisión de la hermana de Magno de ser madre sustituta.
Mucha gente no lo entiende, no lo respeta. Se preguntan cómo pudo renunciar a un hijo, cómo pudo no encariñarse, cómo alguien pudo llevar un hijo durante nueve meses y luego simplemente rendirse. Y nos vemos obligados a escuchar este tipo de cosas, como si todo esto no se hubiera construido con mucho amor, consciencia y generosidad, dice.
Ahora, con Mel aún en el vientre materno, ambos ya viven la paternidad en cada detalle. "Este primer Día del Padre es una emoción indescriptible. Ya me siento padre de una manera única, genuina e inexplicable. Es un amor tan grande, tan intenso, que supera cualquier cosa que hayamos sentido antes", explica Marcelo.
Con la ayuda de su hermana y la ciencia, una pareja hace realidad su sueño de ser padres — Foto: Proporcionada
La pareja sueña con criar hijos basados en el respeto, la escucha y la diversidad. "Queremos que Mel crezca sabiendo que el amor verdadero es aquel que acepta, respeta y celebra las diferencias", declararon.
"Sabemos que no será fácil, pero estamos más que listos para aprender y crecer junto a Mel. Queremos ser padres presentes, llenos de cariño, que eduquen con respeto y que estén siempre a su lado en cada etapa de su vida", dice Marcelo sobre sus expectativas de paternidad.
A las parejas que comparten el mismo sueño, Magno y Marcelo les recuerdan la importancia de no rendirse. «El camino es difícil, pero es posible. El amor, el cariño y el respeto construyen familias. Cada paso vale la pena», añaden.
Sabemos que el camino es difícil; a veces parece que el mundo entero te cierra las puertas en la cara, que las miradas están llenas de juicio, que las palabras duelen y que el sueño está demasiado lejos. Pero es posible. Es posible formar una familia, es posible ser feliz, es posible amar con toda el alma, vivir intensamente y existir con orgullo por quien eres.
Globo