Trump/Teherán: ¿Y ahora qué, Bruselas y Lisboa?

Donald Trump lanzó un ataque sorpresa la madrugada del domingo (hora europea) y ahora el régimen iraní promete tomar represalias contra este acto de guerra de Estados Unidos, en su declarado apoyo a Israel. Independientemente de las razones de las partes, el impacto geopolítico y económico de esta decisión del presidente estadounidense, sin pasar por el Congreso, tendrá consecuencias actualmente impredecibles.

¿Qué debemos esperar en los escenarios realistas moderados y pesimistas? ¿Cuál será la verdadera capacidad militar de Irán? Cuenta con los recursos navales necesarios para cerrar el estrecho de Ormuz, lo que impactará en el precio del petróleo, pero ¿apelará el régimen de Teherán a la revuelta de sus diásporas para tomar represalias o perpetrar ataques terroristas, por ejemplo, en las principales ciudades europeas, en las próximas semanas o meses, como ocurrió en 2015/16?

¿Qué harán en la práctica la ONU (y el Consejo de Seguridad) y la agencia de energía atómica? ¿Y qué papel desempeñará la Unión Europea, más allá del llamamiento a la paz y la diplomacia de Twitter? ¿Podrá tener una sola voz en Bruselas o seguirán prevaleciendo los intereses de los distintos Estados miembros, como ha sucedido con los llamamientos a Tel Aviv sobre Gaza? ¿Podrá la Europa de Ursula/Costa/Kallas desempeñar un papel de mediación relevante en el contexto de la cumbre de la OTAN que se celebra esta semana en La Haya?

¿Cuáles son las consecuencias de esta intervención estadounidense en Oriente Medio y en la economía europea y mundial, más allá del inevitable aumento de los precios del petróleo? ¿Estamos preparados para un nuevo período de estancamiento económico e inflación, conocido como estanflación? ¿Qué pueden hacer las pequeñas economías abiertas al exterior, como Portugal, para prevenir y anticipar el impacto de una turbulencia severa?

¿Y qué harán ahora Rusia, China y Arabia Saudita, con intereses económicos y geopolíticos en la región y partes interesadas en la compra y venta de petróleo?

Si Rusia intensifica sus ataques contra Ucrania, ¿qué dirá y hará la comunidad internacional? ¿Y si China aprovecha esta confusión y la atención de la Casa Blanca a Oriente Medio para atacar a Taiwán (me atrevo a decir: ¿es solo cuestión de tiempo?).

Vale la pena recordar las lecciones de la Segunda Guerra de Irak, hace más de 20 años (es decir, hace dos generaciones, aunque parezca ayer): cómo empezó, cuánto duró y cómo terminó. ¿Qué le sucederá a Irán tras este o futuros ataques? ¿Y cómo será el equilibrio de poder en la región si el líder israelí consolida y expande su poder? ¿Qué papel desempeñarán países como Arabia Saudita, Jordania y Egipto? ¿Y cómo ven los siempre vigilantes vecinos del Cáucaso Sur y Asia Central a la antigua Persia?

Una nota final sobre una advertencia que no pretende ser alarmista: se debe prestar especial atención a la prevención y la seguridad en Portugal y la Unión Europea, pues todos recordamos los atentados terroristas ocurridos en varias ciudades europeas hace unos diez años. Los servicios de inteligencia y las distintas fuerzas policiales deben estar en alerta máxima, y ​​los líderes políticos no deben ser ingenuos ante estos escenarios, ya que tienen un impacto en la vida de los ciudadanos y la economía. Sé de lo que hablo, gracias a mi experiencia profesional en 2016, cuando serví al país en un organismo soberano relevante.

Basta con caminar o usar el transporte público en ciudades como Bruselas o París para ver y comprender que existen comunidades de personas de Oriente Medio y el norte de África que están lejos de integrarse. En el caso de las mujeres que llevan el rostro completamente cubierto, especialmente las más jóvenes, es evidente que ni siquiera están interesadas en integrarse en la cultura europea que las acoge. Esto no es una declaración de alguien que apoya a las fuerzas populistas; es un hecho, sin juicios de valor.

Esto ayuda a explicar la reacción hostil de la derecha populista y la extrema derecha en varios países europeos. Si se producen nuevos ataques de extremistas islámicos en zonas turísticas o en el transporte público, es fácil prever una reacción popular de los llamados ciudadanos europeos "tradicionales". Y para entonces, podría ser demasiado tarde para lamentar un nuevo auge de la extrema derecha. Está escrito el domingo 22 de junio de 2025, el día del ataque de Trump a Teherán.