Posible exploración del fondo marino genera cautela entre empresas

La exploración de los fondos marinos para extraer minerales despierta oposición, pero también cierta cautela entre las grandes multinacionales, mientras Estados Unidos se prepara para conceder la primera licencia a la canadiense The Metals Company, en el Pacífico.
A una profundidad de unos 4.000 metros se encuentran guijarros ricos en manganeso, cobalto, níquel (componentes principales de las baterías eléctricas) y cobre (útil para cables eléctricos).
La organización ecologista WWF lanzó en 2021 una Coalición de Empresas para oponerse a la minería en aguas profundas, con 64 participantes.
Estas empresas se comprometen a no extraer minerales del fondo marino, a excluirlos de sus cadenas de suministro y a “no financiar actividades de minería en aguas profundas”, explica Jean Burkard, de WWF Francia.
Entre los firmantes se incluyen grandes fabricantes de automóviles como Renault, BMW, Volkswagen y Volvo, así como gigantes tecnológicos como Apple, Google y Samsung.
“La minería en aguas profundas no ha sido comercialmente viable hasta ahora, pero eso podría cambiar con la continua disminución de los depósitos terrestres (…). Por eso nos unimos a la iniciativa de WWF”, declaró a la AFP Sofia Andersson, responsable de circularidad del fabricante de automóviles Polestar.
Pero la moratoria es, ante todo, una declaración de intenciones.
“Desafortunadamente, no tenemos los recursos para evaluar qué empresas están utilizando materiales del fondo marino”, dijo a la AFP California Vigilent, una empresa que vende soluciones de refrigeración para centros de datos.
Si bien no han firmado la moratoria, las empresas mineras –incluido el gigante anglo-australiano Rio Tinto y el grupo francés Eramet– también se han opuesto a la minería en aguas profundas hasta que la ciencia proporcione una respuesta clara.
El gigante informático Microsoft, por su parte, ha establecido una moratoria interna sobre el uso de minerales procedentes de la minería de aguas profundas “hasta que haya estudios científicos fiables”, según un comunicado del grupo de 2022.
Pero el gigante tecnológico admite que la minería en aguas profundas es un “proceso innovador que estamos estudiando”.
En 2023, 37 instituciones financieras, que en conjunto representan aproximadamente US$ 3.600 millones (R$ 17.400 millones, al tipo de cambio actual) en activos, firmaron una declaración que exige una comprensión plena de los riesgos ambientales, sociales y económicos asociados con la minería en aguas profundas.
Estas empresas, incluida Allianz Francia, destacan “riesgos políticos, regulatorios y reputacionales”.
Sin embargo, no se sumaron a la coalición lanzada por WWF y no se comprometieron a no invertir en actividades relacionadas con la minería submarina.
Deutsche Bank, Credit Suisse (UBS) o el Banco Europeo de Inversiones han indicado que no financiarán este tipo de exploraciones.
Mientras tanto, alrededor de 50 empresas apoyan la Iniciativa para la Minería Responsable (Irma), una organización internacional que establece estándares para las prácticas mineras consideradas más responsables. Entre las firmantes se encuentran Tesla, General Motors e Intel.
En 2022, Irma explicó que no autorizó el uso de su sistema (ya sea a través de autoevaluaciones o auditorías) por parte de empresas involucradas en la exploración minera en aguas profundas.
Varias ONG, así como la ONU, han deducido que los miembros de Irma no suministrarían minerales submarinos. Sin embargo, la ambigüedad persiste.
La membresía de Irma no significa que “el comprador haya adquirido materiales de minas evaluadas por Irma”, dice la organización en su sitio web.
En 2024, los accionistas de Tesla y General Motors votaron en contra de la solicitud de moratoria, reservándose así la posibilidad de obtener recursos de yacimientos marinos en el futuro.
gl/lem/jz/sag/año
IstoÉ