La alimentación es un aliado contra la bajada de vitamina D en invierno

Con días más cortos y una radiación solar más débil, mantener buenos niveles de vitamina D en invierno requiere especial atención, sobre todo en las regiones del sur de Brasil . «Durante el invierno, la menor incidencia de la radiación ultravioleta B (UVB), esencial para la producción cutánea de vitamina D, reduce la capacidad del cuerpo para sintetizar este nutriente a partir de la exposición solar», afirma la nutricionista Cristiane Zago Zácari , coordinadora del curso de Nutrición en la FMU.
“Esto es especialmente relevante en regiones del sur de Brasil, como Santa Catarina y Rio Grande do Sul, donde la producción puede llegar a ser prácticamente nula entre mayo y agosto”.
Ante este escenario, se centra en tres frentes principales:
- Aprovecha al máximo el sol: el especialista recomienda exponer los brazos, piernas o rostro al sol durante 15 a 30 minutos, entre las 10 y las 15 horas, siempre que sea posible;
- Incluya en su dieta fuentes naturales y fortificadas de vitamina D (como pescado graso, yema de huevo, hígado y productos lácteos fortificados);
- Evalúe la necesidad de suplementación midiendo la 25-hidroxivitamina D [25(OH)D] en sangre. «La suplementación solo debe indicarse en casos de deficiencia comprobada, ya que el uso excesivo puede causar efectos adversos como la hipercalcemia», enfatiza la nutricionista.
Entre los alimentos que ayudan a complementar la ingesta diaria se encuentran el salmón salvaje , las sardinas enlatadas, el atún, las yemas de huevo, el hígado de res, la leche y el yogur fortificados, los cereales enriquecidos y los hongos expuestos al sol. «Aunque pocos alimentos contienen vitamina D de forma natural, algunos son especialmente importantes en invierno, cuando hay menos exposición al sol», destaca Cristiane.
A pesar de las alternativas dietéticas, la suplementación puede ser necesaria en algunos casos, pero siempre bajo supervisión profesional. La única manera de saber si es necesaria es midiendo el nivel de 25-hidroxivitamina D en sangre.
“La decisión sobre la dosis adecuada, la forma de presentación (gotas, cápsulas) y la duración de uso debe tomarse con la supervisión de un profesional cualificado”, refuerza el especialista.

La vitamina D desempeña un papel fundamental en el organismo : promueve la absorción de calcio y fósforo, contribuye a la salud ósea y muscular, actúa sobre el sistema inmunitario y se asocia con la prevención de enfermedades crónicas. «La vitamina D se produce en la piel cuando hay exposición directa a la radiación UVB, sin protección solar ni barreras físicas», enfatiza Cristiane.
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