Los persistentes incendios forestales aumentan la presión sobre el primer ministro español
Los incendios forestales que han arrasado España este verano están aumentando la presión sobre el primer ministro Pedro Sánchez, quien ya se está recuperando de una serie de acusaciones de corrupción contra miembros de su círculo íntimo.
Las crisis gemelas han intensificado las disputas entre el gobierno minoritario socialista de Sánchez y el conservador Partido Popular (PP), que gobierna muchas de las regiones más afectadas por los incendios.
Los incendios han destruido más de 415.000 hectáreas, la mayoría en agosto, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales, lo que marca un nuevo récord anual desde que comenzaron los informes en 2006.
Cuatro personas han muerto y miles han sido evacuadas a causa de los incendios de este mes.
Los socialistas culpan al PP de no implementar políticas efectivas de prevención de incendios y de minimizar el cambio climático.
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El PP señala un incendio provocado como causa de los incendios y acusa al Gobierno central de retener recursos, incluido suficiente apoyo militar.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha propuesto crear un registro nacional de pirómanos.
Pero el ministro de Gobierno, Ángel Víctor Torres, insistió el miércoles en la televisión pública que los gobiernos regionales eran responsables de la respuesta al desastre.
"El líder de la oposición aparece y señala con el dedo en lugar de ayudar", dijo, refiriéndose al registro de incendios provocados propuesto.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, afirmó que muchos gobiernos regionales liderados por el PP "no han actuado".
"Cuando no ha habido inversión en prevención, no basta decir: 'El ejército llegará'", dijo a la emisora de radio Ser.
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'Incompetente'
La portavoz del PP, Ester Muñoz, replicó acusando al Gobierno de buscar chivos expiatorios.
"La respuesta de un gobierno serio debería ser 'dónde y cuándo se necesitan los recursos' y no que las autoridades locales sean incompetentes", afirmó.
El debate político refleja la polémica que siguió a las inundaciones mortales de octubre de 2024 en Valencia, gobernada por el PP.
La disputa se produce en un momento en que la reputación política de Sánchez se ha visto afectada por varias investigaciones sobre presunta corrupción en su círculo íntimo.
Su esposa, Begoña Gómez, deberá comparecer de nuevo ante el tribunal en septiembre para ser interrogada por presunta malversación de fondos públicos.
Sánchez ha rechazado las acusaciones contra su esposa -que están relacionadas con su anterior trabajo en la Universidad Complutense de Madrid- como un intento de la derecha de socavar su gobierno.
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El ex hombre de confianza del primer ministro, Santos Cerdán, fue detenido en junio en el marco de una investigación en curso sobre presuntos sobornos para contratos públicos.
Y su hermano menor, David Sánchez, está siendo investigado desde 2024 por presuntos delitos de malversación, tráfico de influencias y fraude fiscal.
El gobierno minoritario de Sánchez está apuntalado por partidos regionales más pequeños y ha tenido dificultades para aprobar leyes o incluso un presupuesto.
Feijóo ha tachado a Sánchez de jefe de Gobierno "zombi" por su dificultad para aprobar leyes y ha pedido la convocatoria de elecciones generales anticipadas.
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