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A pesar de los presupuestos ya ajustados: la UE quiere aumentar masivamente su presupuesto

A pesar de los presupuestos ya ajustados: la UE quiere aumentar masivamente su presupuesto
Ursula von der Leyen y el Comisario de Presupuesto de la UE, Piotr Serafin (a su derecha), en Bruselas el miércoles.

El miércoles se inició en Bruselas la mayor batalla presupuestaria de todas. En los próximos meses, los 27 Estados miembros deberán acordar un presupuesto de la UE para el período 2028-2034 (MFP).

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El plan se presentó tras largas conversaciones confidenciales. El miércoles por la tarde, se anunció que el presupuesto de la UE aumentaría de 1,2 billones a 2 billones de euros. Se trata de un aumento sorprendentemente elevado.

Sin embargo, los contribuyentes netos de los países de la UE, como Suecia, ya habían anunciado, como medida de precaución, que un aumento presupuestario no sería una opción para ellos. La Comisión aceptó parcialmente esta crítica, y las contribuciones de los Estados miembros no deberían aumentar.

Durante los próximos dos años, los Estados miembros debatirán intensamente sobre cuánto dinero quieren transferir a la UE y para qué debería destinarse. Las negociaciones serán difíciles debido a la grave situación financiera de muchos países de la UE; por lo tanto, transferir más dinero a Bruselas también resultará impopular entre los votantes.

Además, no solo los gobiernos nacionales harán valer sus reivindicaciones, sino también las regiones, los parlamentarios europeos e innumerables grupos de presión. Es probable que la UE no llegue a un acuerdo hasta el último minuto, en diciembre de 2027.

Protestas de agricultores en Bruselas

Los acontecimientos del miércoles ya dieron un anticipo de lo difícil que será esto. La reunión del miércoles de la comisión de 27 miembros se alargó. Al parecer, el comité, que se encuentra al inicio del proceso presupuestario, tuvo dificultades para encontrar un consenso. Esto por sí solo indica lo complicadas que probablemente se volverán las discusiones.

El presupuesto de la UE está, por así decirlo, congelado en la tradición. Un tercio del presupuesto actual de 1.200 billones de euros se destina a la agricultura y otro tercio al desarrollo regional.

Sin embargo, el mundo ha seguido avanzando. Algunas regiones de Europa del Este han prosperado y ya no necesitan ayuda financiera; al mismo tiempo, la UE se enfrenta a nuevos retos. Por ejemplo, se prevé un aumento del gasto en defensa, y la Comisión Europea también está desarrollando ambiciosos planes para otras áreas. Un ejemplo es la transformación de la confederación en una superpotencia de la IA.

Todo esto requiere una inversión significativa, principalmente de los Estados miembros, pero también de la UE. La Unión tendrá que establecer prioridades a medida que el dinero escasea cada vez más.

Por lo tanto, la Comisión está considerando la idea de romper con las rígidas estructuras presupuestarias. Invertir en los lugares adecuados, en lugar de las subvenciones rutinarias, es la forma en que la Comisión pretende preparar a la UE para el futuro. En algunos casos, los países deberían poder decidir por sí mismos cómo quieren gastar el dinero destinado al desarrollo regional y agrícola.

Esto, sin embargo, ha alarmado a quienes anteriormente se habían beneficiado de una generosa lluvia de dinero. Se trata principalmente de los agricultores. Ellos y su principal aliado político, el Partido Popular Europeo Demócrata Cristiano (PPE), han protestado vehementemente contra los cambios en el presupuesto agrícola en las últimas semanas. Los agricultores también se manifestaron en el Barrio Europeo de Bruselas el miércoles.

La UE tiene un problema de deuda

«No hay claridad sobre qué esperan los países de la UE del presupuesto de la UE», afirma Jens Geier , portavoz de política presupuestaria del SPD europeo. Sin embargo, ese es solo un problema. Igualmente acuciante es la cuestión de cómo los países pueden evitar que la UE caiga en una espiral de deuda como la suya.

La Unión apenas cuenta con ingresos fiscales propios; su principal fuente de financiación son las contribuciones de los Estados miembros, que cubren alrededor del 70 % de su presupuesto. Sin embargo, algunos Estados presionan para que la UE asuma cada vez más tareas para ellos. Por ejemplo, debería captar capital que pueda destinarse a la defensa.

La confederación como fuente de ingresos: desde la perspectiva de los Estados miembros, esto ya ha funcionado en una ocasión. Cuando la pandemia de COVID-19 estalló en Europa en 2020, la UE solicitó préstamos a gran escala por primera vez. Distribuye parte del capital a los Estados miembros como ayuda no reembolsable.

Sin embargo, se están comportando como malos socios comerciales. A partir de 2028, la UE debe reembolsar el capital en 30 años, más intereses. Para realizar estos pagos anuales de entre 25 000 y 30 000 millones de euros, se suponía que la UE recibiría nuevos ingresos de los Estados miembros. Sin embargo, hasta la fecha, los Estados no han cumplido su promesa, lo que deja a la UE sin saber cómo reembolsará los bonos.

¿Un nuevo impuesto también para las grandes empresas suizas?

Por ello, ha desarrollado sus propias ideas para recaudar fondos. Entre ellas, se incluye la propuesta de que todas las empresas con ingresos superiores a 50 millones de euros en la UE deban pagar un impuesto.

Las empresas de terceros países, como Suiza, también se verían afectadas. Sin embargo, la propuesta ya ha suscitado resistencia. «El gobierno federal alemán debe adoptar una postura clara y presionar a Bruselas contra estos planes», exigió la Cámara de Industria y Comercio Alemana.

No estaba claro el miércoles por la tarde si la propuesta se haría realidad.

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