EE.UU. | Zohran Mamdani: No solo para unos pocos afortunados

La revista Jacobin lo califica de "terremoto político nacional" y la tensión aumenta en Wall Street, mientras miles de personas celebraban la victoria de Zohran Mamdani en las primarias demócratas para la alcaldía de Nueva York. Tiene muchas posibilidades de ser elegido el primer alcalde musulmán en la que es, con diferencia, la ciudad más poblada de Estados Unidos, en una contienda contra el actual alcalde independiente Eric Adams.

Mamdani pertenece al ala izquierda de su partido y ha sido miembro de los Socialistas Demócratas desde 2017. Para financiar su campaña electoral, este joven de 33 años se basó en una campaña popular y utilizó videos virales en redes sociales, mientras que su principal rival, el exgobernador Andrew Cuomo, quien le dobla la edad, optó por la vía tradicional de los grandes donantes. Incluso Donald Trump, al margen de la cumbre de la OTAN en La Haya, se sintió obligado a comentar sobre los procedimientos en la ciudad de Nueva York, calificando a Mamdani de "comunista lunático".

Cuando se describe a sí mismo como "la peor pesadilla de Trump", se trata, por supuesto, de una campaña publicitaria desproporcionada. Pero para el político ultraderechista, esta promesa de izquierdas no encaja en absoluto en la cosmovisión predominantemente blanca: Nacido en 1991 en Kampala, Mamdani creció como hijo de un politólogo ugandés y la directora de cine india Mira Nair ("¡Salaam Bombay!"). A Mamdani le gusta llevar camisas blancas informales con un toque étnico, que a veces cambia por traje y corbata en sus apariciones públicas. Tras mudarse con su familia a Estados Unidos, asistió a la Escuela Secundaria de Ciencias del Bronx y estudió Estudios Africanos en el Bowdoin College de Maine. Allí cofundó un grupo estudiantil que defendía los derechos palestinos. También hizo campaña contra las ejecuciones hipotecarias, a favor de la protección del clima y a favor de la comunidad LGBT+. Sus intentos como rapero afroamericano fueron en gran medida infructuosos.

Su carrera política es relativamente corta. Es miembro de la Legislatura del Estado de Nueva York desde 2020. Durante su campaña electoral, no solo se impuso con lemas contra el "fascismo de Trump", sino que también transmitió un mensaje claro a los neoyorquinos: "Una vida digna no debe estar reservada para unos pocos afortunados". Su plataforma lo refleja: congelación de alquileres, apoyo a un transporte público fiable y asequible, guarderías gratuitas y supermercados públicos de bajo costo, financiados con impuestos ligeramente más altos a las corporaciones y los superricos.

Es probable que su sorprendente éxito intensifique la confrontación interna entre los demócratas. El establishment se ha mostrado perplejo desde la victoria de Trump, mientras que la mayoría de los políticos jóvenes exigen un rumbo claramente izquierdista. Es posible que se sientan fortalecidos por los acontecimientos en Nueva York.