El "Gran y Hermoso Proyecto de Ley" de Trump solo obtiene una mayoría mínima en el Senado de Estados Unidos.

El proyecto de ley Big Beautiful Bill se aprueba por un estrecho margen en el Senado de Estados Unidos. Tres republicanos disidentes, Romney, Collins y Murkowski, votan en contra del proyecto de ley de Trump.
Un proyecto de ley clave sobre impuestos y gastos impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump ha superado un importante obstáculo en el Congreso. El Senado aprobó la propuesta, denominada "One Big Beautiful Bill", por una mayoría muy ajustada al mediodía (hora local), tras una sesión maratoniana que duró toda la noche. El voto decisivo lo emitió el vicepresidente estadounidense J.D. Vance, quien, como presidente del Senado, puede emitirlo en caso de empate.
Aunque la Cámara de Representantes ya había aprobado una versión anterior del proyecto de ley, debido a que el Senado introdujo enmiendas, ahora debe ser aprobado nuevamente por la otra cámara del Congreso. Solo entonces podrá presentarse al presidente para su firma. El objetivo de los republicanos es que el paquete llegue a la mesa de Trump antes del 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos.
La ley fiscal ya había provocado una disputa entre Trump y el multimillonario tecnológico Elon Musk, que derivó en un intercambio de acusaciones abiertamente. En redes sociales, Musk criticó duramente la ley y, en cambio, exigió recortes de gasto significativamente mayores. Musk, quien en su momento fue uno de los asesores más influyentes de la Casa Blanca, también amenazó abiertamente con atacar políticamente a los representantes republicanos que apoyaran la ley en las elecciones al Congreso del próximo año. Además, sugirió la creación de un nuevo partido centrista.
Trump, por su parte, acusó a Musk -también jefe del fabricante de automóviles Tesla- de estar especialmente molesto con el plan debido a la eliminación de subsidios y regulaciones a favor de la industria de los autos eléctricos.

Un elemento central de la legislación es la extensión permanente de las exenciones fiscales del primer mandato de Trump. Estas se financiarán, entre otras cosas, mediante recortes a las prestaciones sociales, un punto que ha suscitado fuertes críticas por parte de los demócratas. El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, por ejemplo, se quejó de que la legislación provocaría la pérdida de la cobertura médica de millones de estadounidenses.
También hay reservas entre los republicanos: los republicanos conservadores en materia fiscal se quejan de que la ley no es suficiente para recortar el gasto y amenaza con aumentar aún más el déficit presupuestario.
El propio Trump lleva semanas elogiando el proyecto de ley y aumentando gradualmente la presión sobre sus compañeros de partido para que completen el proceso legislativo con rapidez. Tras la aprobación del proyecto en el Senado, instó a los republicanos de la Cámara de Representantes, a través de la plataforma Truth Social, a mantenerse unidos. "Vamos según lo previsto; sigamos adelante y terminémoslo antes de que usted y su familia se vayan de vacaciones el 4 de julio".
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