El Gobierno nacional espera una inflación menor al 2% en mayo y destaca el bajo impacto del dólar flotante

El Gobierno nacional anticipa que la inflación de mayo será inferior al 2,8% registrado en abril, según estimaciones presentadas por el Banco Central. El diagnóstico oficial apunta a un traslado a precios moderado tras la adopción del esquema de dólar flotante, lo que permitió que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) mantenga su trayectoria descendente.
Así lo afirmó el vicepresidente del BCRA, Vladimir Werning, durante una exposición en la CXVIII Reunión de Gobernadores de Bancos Centrales del CEMLA, en El Salvador. Según explicó, el traspaso a precios del tipo de cambio fue el más bajo de los últimos años, lo que atribuyó a la combinación de una política fiscal ortodoxa y un anclaje de expectativas exitoso.
Aunque el Banco Central evitó publicar una cifra oficial proyectada para mayo, sí hizo referencia a las expectativas del sector privado, basadas en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM). Allí se refleja que bancos, fondos y consultoras estiman que el IPC cerrará el mes en torno al 2%, o incluso levemente por debajo.
«La proyección de inflación de analistas mantiene una trayectoria descendente y las expectativas de inflación implícitas de mercado vuelven a caer», afirmó Werning ante representantes de bancos centrales del continente.
El mismo diagnóstico surge de los precios implícitos en bonos, que descuentan una inflación por debajo del 2% mensual, lo que consolida el escenario de desaceleración sin necesidad de controles artificiales de precios.
Entre las consultoras que respaldan esta visión está EcoGo, que proyecta un IPC general del 2% para mayo. En su último informe, destacaron que los alimentos consumidos en el hogar subieron apenas un 0,2% en la cuarta semana del mes, con una inflación acumulada del 2,5% en este rubro específico.

Al sumar alimentos consumidos fuera del hogar, que subieron un 2,9%, el índice total del rubro Alimentos y Bebidas se ubicaría en 2,6%, lo que representa una mejora en relación con meses anteriores.
La consultora Analytica también mostró datos de baja inflación. Durante la tercera semana de mayo, los precios de alimentos y bebidas en el GBA crecieron solo 0,2%, y el promedio de las últimas cuatro semanas se ubica en 1,6% mensual.
El análisis por rubros revela que los mayores aumentos se dieron en café, té, yerba y cacao (3,1%), seguidos por carnes y derivados (2,5%). Por el contrario, las verduras (0,4%) y los pescados y mariscos (0,2%) mostraron incrementos casi nulos. En total, Analytica proyecta una inflación general del 2,1% para mayo.
Por su parte, la consultora LCG reportó una suba del 0,2% semanal en alimentos y bebidas durante la cuarta semana de mayo, tras un 2,1% registrado la semana previa. Estos datos refuerzan la señal de una desaceleración consolidada en uno de los rubros que más impacto tiene en los sectores de menores ingresos.
Este retroceso de los aumentos semanales en alimentos, sumado a recomposiciones acotadas en tarifas y una política monetaria contractiva, permiten que el Gobierno se acerque a su objetivo de una inflación controlada sin frenar la actividad.
Uno de los puntos que más destacó el BCRA fue el bajo pass through (traslado a precios) de la reciente devaluación, tras el paso a un régimen de flotación administrada con bandas. Según Werning, esta política evitó el efecto inflacionario que podría haber generado una corrección abrupta del tipo de cambio.
El informe del Central explica que la devaluación inicial de diciembre de 2023 fue contenida en su impacto gracias al crawling peg del 2% mensual, y que la transición hacia el nuevo esquema de flotación se dio con un marco fiscal sólido y sin emisión, lo que permitió mantener las expectativas ancladas.
Desde el Ministerio de Economía aseguran que, si la tendencia se mantiene, la inflación podría perforar el 2% mensual durante el tercer trimestre. Aunque la suba del boleto de colectivos en el AMBA (7%) y el aumento del precio de los biocombustibles empujaron algunos ajustes, el freno en alimentos fue decisivo para que mayo cierre en baja.
Con este panorama, el Gobierno considera que el plan de estabilización avanza en la dirección correcta, sin recurrir a controles ni congelamientos, sino con disciplina fiscal, tipo de cambio competitivo y tasas reales positivas.
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