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Sánchez lava la cara a su ejecutiva para enterrar la época de Ábalos y Cerdán

Sánchez lava la cara a su ejecutiva para enterrar la época de Ábalos y Cerdán

Pedro Sánchez se presentará este sábado ante un comité federal del PSOE aún en shock, en un clima de incertidumbre y de ansiedad, tras acometer ayer un rápido lavado de cara a la ejecutiva de Ferraz. El objetivo es tratar de superar los escándalos de corrupción y prostitución que implican a los dos últimos secretarios de organización de la formación, José Luis Ábalos (2017-2021) y Santos Cerdán (2021-2025), que amenazan con arrastrar en su caída al presidente del Gobierno y dejar tiritando al PSOE.

Sánchez designó así una nueva cúpula de Ferraz “coral y con contrapesos”, según fuentes socialistas, para evitar una excesiva acumulación de poder en una sola persona, con un reparto de atribuciones entre cuatro dirigentes de su confianza. Y con una mujer al frente. “Un nuevo enfoque”, aseguran.

Falta por ver cómo encaja el nuevo equipo: la convivencia en la sala de máquinas de Ferraz no suele ser plácida

Esta reestructuración, que hoy será ratificada por el comité federal del PSOE, sitúa a la valenciana Rebeca Torró, actual secretaria de Estado de Industria con Jordi Hereu, y exconsellera en el ejecutivo autonómico de Ximo Puig, como secretaria de organización de Ferraz. Se trata de una nueva incorporación a la ejecutiva federal, y la previsión, según fuentes del Ejecutivo, es que cese como secretaria de Estado para poder centrarse a tiempo completo en su nuevo cargo orgánico.

La intención es que no se repitan así las disfunciones de la etapa de Ábalos en la secretaría de organización, ya que al ser nombrado ministro –primero de Fomento, de Transportes después, entre el 2018 y el 2021– hubo de delegar la gestión diaria del aparato... precisamente en Cerdán.

Torró se convertirá así en la tercera mujer que ocupa la secretaría de organización del PSOE –un puesto habitualmente ocupado por hombres–, tras Leire Pajín (2008-2010) durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, y Carmen García Bloise (1979-1984) en la ejecutiva de Felipe González.

Los escándalos de corrupción y de prostitución que afectan a la dirección del PSOE con los casos de Cerdán, Ábalos y Koldo García, con el consiguiente daño reputacional para el partido, invitaban a que el cargo volviera a ser ocupado por una mujer, según coincidían todos en Ferraz.

Pero Torró contará a su vez con tres adjuntos, al frente del aparato federal, que ya formaban parte de la ejecutiva. En este caso el objetivo es evitar el poder omnímodo del que disfrutó Cerdán en Ferraz tras la salida de Adriana Lastra, en julio del 2022, de la vicesecretaría general del PSOE. La propia Lastra, ahora delegada del Gobierno en Asturias, denunció la “campaña de acoso y derribo” que sufrió por parte de Cerdán hasta su dimisión.

Como secretaria de coordinación territorial, y mano derecha de Torró, se situará otra mujer, la almeriense Anabel Mateos, que hasta ahora era secretaria de municipios del litoral en la ejecutiva. Mateos es además la mujer de Antonio Hernando, actual secretario de Estado en el Ministerio de Transformación Digital de Óscar López, quien ya fue secretario de organización (2012-2014) en el mandato de Alfredo Pérez Rubalcaba.

Pedro Sánchez, Óscar López y Antonio Hernando fraguaron su amistad, recuperada tras distanciarse por las pugnas internas en el PSOE, a las órdenes de José Blanco, que fue el primer secretario de organización (2000-2008) de Zapatero.

El segundo adjunto a organización será ahora el sevillano Paco Salazar, que mantiene el cargo de secretario de análisis y acción electoral en la ejecutiva federal. Y el tercero será el madrileño Borja Cabezón, que también seguirá al frente de la secretaría de transparencia y acción democrática.

Las convivencias en la sala de máquinas de Ferraz no suelen ser plácidas y dieron lugar a numerosos pulsos de poder en el pasado. Así que falta por ver cómo encajarán las nuevas piezas en la gestión del día a día. El veterano Salazar está habituado a las bambalinas del partido, y en la Moncloa, mientras que Torró y Mateos carecen por ahora de gran experiencia orgánica.

Otro de los cambios significativos adoptados por Sánchez, aprovechando esta reestructuración, estará en la portavocía de la ejecutiva, tras la salida de la burgalesa Esther Peña. El líder del PSOE optó por la catalana Montse Mínguez –secretaria general del grupo socialista en el Congreso y secretaria de trabajo en la ejecutiva–, como nueva cara pública de Ferraz.

Es la segunda ocasión en que una afiliada del PSC asume la portavocía del partido hermano: Zapatero ya designó a Carme Chacón, en septiembre del 2003, como portavoz del PSOE y de su comité electoral para las generales del 2004.

Y además se creará una portavocía adjunta que ocupará la secretaria de política económica de la ejecutiva, Enma López –viguesa, pero concejal en el Ayuntamiento de Madrid–, que ya venía desempeñando esta función oficiosamente.

lavanguardia

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