Una financiación a plazos para Catalunya

Cuando el caso Koldo se convirtió en el caso Cerdán, Gabriel Rufián instó a sus compañeros de la mayoría de investidura a aprovechar lo que quedara de legislatura. Nadie sabe cuánto es, pero todos tienen la certeza de que, en los dos años transcurridos desde las elecciones, los pactos con el PSOE se exprimen de cara a la galería y difícilmente se materializan. Pedro Sánchez gana tiempo pagando a plazos, no por adelantado, como exigía Carles Puigdemont por los 7 votos de Junts.
Antes de comparecer el miércoles en el Congreso, la cúpula de Junts recomendó a Sánchez que resituara sus relaciones. La conclusión fue que el presidente se quedó “muy lejos” de lo esperado y siguen sin interlocutor. En medio del fango, Sánchez sí tuvo una especial deferencia con Míriam Nogueras: agradeció los votos de Junts, admitió que su apoyo no es “un cheque en blanco”, que en Catalunya aun existe un “conflicto político” y que la ley de amnistía “no es el final de nada”. Tanta consideración con Junts llevó a Rufián a reclamar a Sánchez que “deje de cuidar a la derecha catalana” y mire más a la izquierda.

Sánchez, el miércoles, en el Congreso
javier lizón / EFESánchez está obligado a mimar a sus socios y urge escenificar avances en financiación con ERC, la oficialidad del catalán en la UE con Junts y traspasos pendientes para Euskadi con el PNV. Traspasar las pensiones no contributivas a una comunidad de régimen foral depende de una negociación bilateral, pero dibujar un nuevo sistema de financiación para Catalunya despierta fantasmas hasta en las comunidades gobernadas por el PSOE.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, hace equilibrios como candidata a la Junta y juega con las palabras. Rehúye del término “concierto económico” para Catalunya, minimiza la singularidad y despliega el discurso de “federalizar” el Estado. Quien quiera más competencias, las tendrá y los que no quieran, “seguirán a remolque”, sostuvo ayer desde Sevilla. Pero el problema no es solo la oposición demonizadora del PP, es que comunidades del PSOE, como la disciplinada Asturias, ya han alertado contra supuestos privilegios para Catalunya. Un “saqueo”, dice Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha
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La reunión de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat del lunes formalizará con retraso el modelo de financiación firmado por PSOE y ERC para la investidura de Sánchez. Los republicanos reclamaron que no sólo ratifique el modelo singular. Se explicitará el respeto a la ordinalidad y la redimensión de la Agència Tributaria de Catalunya. ERC admite que la concreción de la fórmula de cálculo de la aportación de Catalunya a la solidaridad aún está lejos, pero aceptan ganar tiempo avanzando en la cesión de la recaudación del IRPF. La obsesión de ERC es dejar de depender del sistema de anticipos y tener recursos de tesorería sin esperar a Hacienda.
ERC acepta avanzar en el armazón legal, sin garantías de que esté listo para el 2026El cómo es el escollo. La comisión bilateral deja a ERC fuera de la foto, pero recupera el foco con una proposición de ley firmada con el PSOE para la cesión de la recaudación de unos 24.000 millones de la renta. “El acuerdo fue entre partidos”, subrayan los republicanos. Una modificación de la ley de financiación de las comunidades, que requiere de mayoría absoluta en el Congreso, y la del régimen de cesión de tributos del Estado a Catalunya. El PSOE firmó con Junts una proposición de ley para delegar a Catalunya las competencias en inmigración, que lleva desde marzo en el limbo sin mayoría parlamentaria para aprobarla. Es habitual. El proyecto de ley de familias suma 54 ampliaciones de plazo de enmiendas sin encontrar quién la vote. En ERC creen que la reforma de la Lofca no tendría oposición si se limita a la recaudación, pero debería superar todos los trámites parlamentarios en tiempo récord.
Hay discrepancias por resolver con intervención directa de Oriol Junqueras en la negociación. Hacienda tiene en mente el consorcio tributario del Estatut, pero ERC no quiere tutelas sobre la Agència Tributària de Catalunya. “Colaboración, sí; supervisión, no”, sostienen en ERC, conscientes de que ni los recursos ni el know-how están todavía a su alcance. El calendario y la debilidad de un Gobierno acorralado por los jueces no ayuda y la oposición, también en el PSOE, ya se ha puesto en marcha. Junts guarda silencio, esperando cobrar lo suyo.
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