Los 7 consejos para aliviar los síntomas de la menopausia en verano
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Del mismo modo que las bajas temperaturas del invierno ponen a prueba la fortaleza de nuestro organismo, los calores de julio y agosto también afectan la salud de las personas, y muy especialmente a las mujeres que están en el período de la perimenopausia y menopausia.
Durante esta etapa de la vida, las mujeres experimentan numerosos cambios asociados, la mayoría de ellos, a la caída brusca de los estrógenos (hormona femenina). Uno de los más comunes, son los sofocos. Un síntoma que, lejos de disiparse en verano, suele presentarse con más frecuencia e intensidad.
Este empeoramiento se debe a varios factores que afectan directamente al sistema de termorregulación del cuerpo, el cual ya está alterado durante esta etapa. Entre ellos, destacan las altas temperaturas, la humedad, los cambios hormonales, el sueño interrumpido, o ciertos hábitos propios de las vacaciones, como el aumento del consumo de bebidas alcohólicas, comidas más condimentadas, ropa ajustada o actividades al aire libre bajo el sol.
Frenar los desencadenantesTodos esos condicionantes afectan al organismo pudiendo favorecer la aparición de los sofocos. Recordemos que estos eventos son episodios repentinos de calor intenso en la parte superior del cuerpo, acompañados de sudoración y palpitaciones, y suelen durar menos de 5 minutos. La frecuencia y duración varían, desde uno al día hasta varios por hora, y pueden ser más frecuentes por la noche.
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Aunque el calor del verano favorece su aparición, eso no significa que haya que conformarse, ya que existen numerosas maneras de contener y aliviar este incómodo síntoma de la menopausia.
La doctora Silvia P. González, ginecóloga, máster en climaterio y menopausia, y directora médica de Menoclínica, concreta algunas de las medidas más sencillas y eficaces que pueden adoptar las mujeres durante los meses más calurosos para aliviar y prevenir los sofocos de la menopausia.
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- Hidratarse muy bien. Esto significa que se ha de proporcionar al organismo más de dos litros de agua al día. Si cuesta hacerlo, una buena manera de cumplir con este consejo es ponerse alarmas para ir bebiendo. También es útil llenar una botella con dos litros de agua. De esta manera, hasta que no se acaba, no habrán cumplido con el objetivo. Es una forma de ser conscientes de la cantidad de agua que beben.
- Usar ropa muy ligera y que transpire bien. Yo suelo recomendar a mis pacientes que se pongan varias capas, modo “cebolla”, para que se la puedan ir quitando a medida que lo necesiten. Es mejor escoger ropa hecha con tejidos naturales como algodón o lino, que permiten que la piel respire y que ayudan a regular la temperatura corporal.
- No ponerse directamente al sol en las horas más calurosas del día. Si lo hacen, es muy probable que les sobrevenga un sofoco. De hecho, los sofocos aparecen cuando se producen cambios bruscos de temperatura. Por ejemplo, si estamos en un sitio cerrado con aire acondicionado y salimos a la calle.
- Utilizar los ventiladores de aspas y los aparatos de aire acondicionado tanto como lo necesiten. En la consulta siempre digo a las pacientes que no escatimen en el uso de estas herramientas para aliviar los calores.
Por otro lado, si los sofocos son muy intensos o interfieren con la vida cotidiana, lo más conveniente es acudir a la consulta del ginecólogo. Este podrá valorar la idoneidad de un posible tratamiento hormonal o explorar otras opciones terapéuticas.
A las recomendaciones de la experta, se suman otras dos relacionadas con la alimentación y la actividad física. Por un lado, llevar una dieta fresca y equilibrada es clave para controlar la sensación de calor de los sofocos. Para ello, la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), aconseja priorizar el consumo de frutas y verduras frescas, además de evitar las comidas copiosas y con demasiadas grasas saturadas. Si a este tipo de dieta le sumamos la hidratación mencionada, será más fácil controlar los sofocos.
Conviene estar muy bien hidratada, y para ello, es necesario beber dos litros de agua al día
Por otro lado, la misma asociación, en su web, recomienda realizar ejercicio físico. En concreto, aconseja combinar ejercicio aeróbico como caminar a buen ritmo, bailar, montar en bicicleta, nadar o hacer gimnasia acuática, con ejercicios anaeróbicos que mejoren la resistencia ósea y muscular, como levantar pesas, hacer ejercicios con bandas elásticas, carreras cortas o series de abdominales, entre otros.
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Ahora bien, teniendo en cuenta las altas temperaturas del verano, es importante recordar que, si el ejercicio lo vamos a hacer en el exterior, se deben escoger las horas más frescas, esto es, a primera hora de la mañana o cuando el sol ya haya caído.
El Confidencial