EE.UU. acaba con la obligación de quitarse los zapatos en los aeropuertos

El engorro de quitarse los zapatos en el aeropuerto se ha acabado. Al menos, en Estados Unidos, donde las autoridades han decidido eliminar una medida de seguridad que cumple ya casi dos décadas, según ha filtrado el Gobierno de Donald Trump a la prensa.
Los pasajeros podrán dejar los zapatos en su sitio al pasar el control de seguridad en algunos aeropuertos de la primera potencia mundial, en una medida que va a ser presentada este martes por la tarde, a última hora de la noche en España. La idea es que después se expanda al resto de aeropuertos del país.
Esta previsto que la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, presente la medida en una rueda de prensa en el aeropuerto Ronald Reagan de Washington, la capital del país.
Del departamento de Noem depende la Agencia de Seguridad en el Transporte (TSA, en sus siglas en inglés), la encargada de, entre otras cosas, los controles en el aeropuerto.
En un comunicado previo a la rueda de prensa, la TSA aseguró que se desplegaría nuevas regulaciones «para hacer el control de pasajeros más fácil, mejorar la satisfacción de los viajeros y reducir los tiempos de espera».
Los más jóvenes no se acordarán de lo que es pasar el control de seguridad del aeropuerto sin quitarse los zapatos. Es una obligación que se impuso en 2006, cuando la TSA consideró que era una medida necesaria por la «amenaza continuada» de camuflaje de explosivos.
Eran los años posteriores a los atentados del 11 de septiembre, en los que terroristas islamistas secuestraron y estrellaron aviones contra las Torres Gemelas de Nueva York y contra el Pentágono, a las afueras de Washington. Y en un momento en el que estos atentados, la reacción de EE.UU. contra ellos, la llamada 'Guerra contra el terror' y la posterior invasión de Irak, desató una amenaza creciente de ataques terroristas domésticos que cambió los protocolos de seguridad.
El desencadenante específico de la medida de seguridad llegó después de que un hombre tratara de hacer estallar sus zapatos-bomba en un vuelo de París a Miami en diciembre de 2001, unos meses después de los atentados islamistas.
La medida de hoy se suma a la eliminación de la prohibición de llevar líquidos en el equipaje, que algunos países, entre ellos EE.UU. ya han comenzado a implementar.
ABC.es