El examen que permite identificar el cáncer de hígado antes de que aparezcan síntomas

El cáncer de hígado es una enfermedad en la que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos del hígado. Puede originarse en el propio hígado (cáncer primario) o propagarse al hígado desde otros órganos (cáncer metastásico o secundario).

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De acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con datos a 2021, se estima que en el mundo hay más de 900.000 pacientes con este tipo de padecimiento. Razón por la cual es importante tener en cuenta algunas señales para su detección.

Si bien este tipo de enfermedad no suele presentar síntomas en fases tempranas, algunos de los indicios que se pueden presentar incluyen dolor o masa en el lado derecho del abdomen, pérdida de peso involuntaria, pérdida de apetito, fatiga o debilidad, hinchazón abdominal, náuseas o vómitos.

Ahora, el diagnóstico se puede llevar a cabo a través de un análisis de sangre, una ecografía abdominal, una biopsia hepática o una resonancia magnética.

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La importancia de la ecografía

También conocida como ultrasonografía o sonografía, es una prueba de diagnóstico por imagen con la que se pueden observar tejidos, órganos y otras zonas del cuerpo, para que el médico vea el interior del paciente sin una cirugía.

La ecografía hepática es clave para la detección temprana del cáncer de hígado porque es una herramienta no invasiva, accesible y eficaz para observar cambios estructurales en el órgano antes de que aparezcan síntomas clínicos. En especial, considerando que el cáncer de hígado en etapas tempranas rara vez presenta signos visibles.

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