Una joya escondida en la Costa de la Luz: un pueblo con playas vírgenes y buena gastronomía

Sol, bellas calles, playas, bonitos paisajes y una gastronomía que puede competir con las mejores de todo el territorio nacional. Esa es parte de la oferta que despliega la localidad onubense de Ayamonte, un destino magnífico para disfrutar del descanso en cualquier época del año, pero que sin lugar a dudas se agiganta con la llegada del periodo de la época estival, momento en el que recibe visitantes de todas las partes del mundo.
Otro de los atractivos indudables que tiene este rincón de la Costa de la Luz onubense es el hecho de encontrarse justo en la frontera que divide los países de España y Portugal. Dos naciones vecinas, que se encuentran en este punto separadas únicamente por el imponente río Guadiana, que en otros tiempos sólo se podía atravesar utilizando grandes ferris y que ahora se puede cruzar cómodamente en apenas segundos gracias al puente internacional.
El casco urbano de Ayamonte es de gran belleza, y es un lugar perfecto para disfrutar de un paseo sosegado, tranquilo, sin un rumbo fijo, que nos sirva para entrar en contacto con una localidad que de manera indudable no se puede entender sin el mar. La pesca ha sido históricamente la principal actividad que ha sostenido Ayamonte, y estamos ante una población de carácter eminentemente marinero.
Aquellos que vayan buscando un destino en el que poder disfrutar de inolvidables baños en el océano, han llegado al lugar más apropiado, ya que Ayamonte cuenta con casi siete kilómetros de costa, en los que se van desplegando varias playas, algunas de ellas caracterizadas por su gran belleza y por tener zonas prácticamente vírgenes.

En Ayamonte lo realmente complicado será elegir, ya que las opciones son todas muy atractivas y variadas. Por ejemplo, muy cerca de la desembocadura del río Guadiana se encuentra la playa de San Bruno, una de las más bonitas de la localidad, que es también ideal para la práctica de deportes acuáticos como el kitesurf o el surf. Por otra parte, la playa de Isla Canela, llamada así por su arena fina y dorada, es una de las más famosas de toda Andalucía, cuenta con una profundidad moderada, lo que la convierte en un lugar perfecto para las familias.
Además de estas opciones, las personas que vayan buscando el mar, pueden acudir a la playa de Los Haraganes, que destaca por su gran extensión, cuenta con un pequeño mirador, un canal de nado y una zona de pesca. Por último, no podemos olvidarnos de la playa de Punta del Moral, inicialmente apenas una aldea de pescadores, que en la actualidad es un lugar perfecto para disfrutar de todo lo que tiene para ofrecernos este rincón de la provincia de Huelva.

Tanto paseo por la arena y tanto baño en el mar, a buen seguro que nos ha despertado el apetito, por lo que es el momento de disponernos a disfrutar de la inigualable gastronomía de Ayamonte. Cada año son miles las personas que llegan a esta población para degustar las maravillas culinarias que podemos encontrar en sus bares y restaurantes.
En Ayamonte la gastronomía se basa de manera inevitable en el pescado, destacando la calidad de los mariscos, los chocos y el pescado variado. Si hay un protagonista de la gastronomía ayamontina ese es sin lugar a dudas el atún en todas sus variantes, aunque de manera especial todo lo que tenga que ver con las conservas y los salazones, ya que la localidad fue pionera en este tipo de industrias. Hay que destacar también los arroces, los guisos, y volviendo al atún, la que está considerada como una de las mejores mojamas de todo el país.
Una gastronomía que se complementa además con lo mejor de los productos de la sierra de Huelva, donde no hay que olvidar que se encuentra una espectacular gama de propuestas vinculadas al cerdo ibérico, con exquisitas chacinas y carnes.
En este enlace es posible acceder a una guía que nos ayudará a encontrar un buen lugar en Ayamonte para disfrutar de su exquisita gastronomía.
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