“Otro mundo del trabajo es posible”: la urgencia de repensar las prácticas profesionales

Es una observación ampliamente compartida: el mundo laboral experimentará grandes cambios en los próximos años, cambios que, en gran medida, ya han comenzado. «Las prácticas de gestión, los modelos económicos y los métodos de producción se verán obligados a evolucionar, voluntaria o involuntariamente».
Las causas de estas transformaciones son igualmente conocidas: "disrupciones climáticas, escasez de recursos, desigualdades mundiales récord, tensiones geopolíticas" , pero también trastornos tecnológicos o cambios en las aspiraciones de los asalariados.
Ante la intensidad de los cambios que se avecinan, es urgente actuar, señalan los autores de la obra colectiva «Otro Mundo del Trabajo es Posible» (EMS), coordinada por Sophia Galière y Anthony Hussenot, profesora titular y catedrático de la Universidad de la Costa Azul, respectivamente. Deploran que, hasta ahora, «no estemos haciendo nada o muy poco».
¿Cuáles son los factores que impulsan la adaptación de las organizaciones? Para contribuir al debate, proponen una relectura crítica de las nociones clave del mundo laboral, desde el «mercado» hasta el «poder» , desde la «creatividad» hasta la «estrategia» . Con la ambición de aportar claves para «construir juntos un futuro profesional más sostenible, justo y emancipador» .
Esto implica, en primer lugar, una reorientación de ciertos procesos dentro de las empresas. El libro sugiere, por ejemplo, maneras de escapar de la adiaforia , esta indiferencia moral de los empleados hacia los seres vivos y un sistema terrestre en crisis, indiferencia que se vería reforzada por los métodos operativos contemporáneos de las organizaciones. Para ello, es necesario redimensionar el trabajo , de modo que los empleados tengan, entre otras cosas, una visión clara del impacto del trabajo en el medio ambiente .
Débiles señales de esperanzaEl libro también insta a las partes interesadas empresariales a evolucionar su enfoque sobre ciertos conceptos esenciales, como el control. Por lo tanto, recomienda revisarlo, alejándose de la idea de «vigilancia» para privilegiar su significado original como «dominio» , con el fin de destacar las «capacidades» . «El control se convierte así en un mecanismo facilitador, en lugar de restrictivo, al fomentar la autonomía (...) , a la vez que sustituye una cultura punitiva por una cultura de reconocimiento y celebración del éxito».
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Le Monde