Deepfakes y estafas con IA: Dinamarca se dispone a conceder a sus ciudadanos derechos de autor sobre sus propios cuerpos

Desde la forma de los ojos hasta el timbre de la voz, la IA ahora sabe cómo copiarlo todo. Todos estos pequeños detalles, marcadores de la singularidad de una persona, se han convertido, con ella, en datos reproducibles, modificables e infinitamente manipulables a discreción del usuario . De este avance tecnológico se deriva una tendencia: la de los deepfakes. Falsas imitaciones de imágenes, vídeos o sonidos ultrarrealistas que hoy usurpan la identidad tanto de estrellas como de desconocidos. Para contrarrestar esto, Dinamarca está trabajando en una respuesta sin precedentes: consagrar en la ley el derecho de todos a su propio cuerpo, sus propios rasgos faciales y su propia voz.

Para lograrlo, el Ministerio de Cultura danés pretende proponer al parlamento este verano una enmienda a la ley de derechos de autor del país. La idea, apoyada por un amplio espectro de partidos, tanto de izquierda como de derecha, se incluyó en un comunicado publicado el jueves 26 de junio y podría aprobarse a finales de año. «No debemos aceptar que los seres humanos puedan ser simplemente procesados ​​por una fotocopiadora digital y utilizados para todo tipo de fines», proclama Jakob Engel-Schmidt, ministro de Cultura y miembro del Partido Moderado (liberal).

¿Qué significa esto en concreto? Si se aprueba el texto, los daneses contarán con una base jurídica clara para exigir con mayor facilidad a las plataformas de redes sociales que eliminen cualquier contenido que utilice su identidad sin su consentimiento. Si estas no cumplen, las autoridades danesas remitirían el asunto a la Comisión Europea, que, de acuerdo con su propia legislación, podría tomar medidas. De hecho, el Reglamento Europeo de Servicios Digitales (DSA) amenaza con fuertes multas a las plataformas que no eliminen contenido ilegal.

Siguiendo el ejemplo de Copenhague, cada vez más países intentan combatir los deepfakes. Como observa AP News , cada uno implementa su propia estrategia. Pero la mayoría se centra en un único problema: las imágenes pornográficas falsas. En mayo, Donald Trump firmó un proyecto de ley bipartidista que prohíbe la publicación de imágenes íntimas sin el consentimiento de una persona. Corea del Sur, por su parte, ha endurecido las regulaciones sobre las plataformas para frenar esta plaga.

Por lo tanto, la respuesta danesa es más integral, aunque no está exenta de limitaciones y puntos ciegos. Para empezar, la nueva legislación ilegalizaría la publicación de deepfakes. El problema es la falta de sanciones. No se impondrían multas ni penas de prisión a los usuarios de internet que hagan clic en "publicar" o "compartir". "Sin embargo, dependiendo de las circunstancias, podría ser posible obtener una compensación conforme a las normas generales de la legislación danesa", afirma vagamente el acuerdo de las partes danesas.

En segundo lugar, el nuevo marco legal solo se aplicaría a Dinamarca. En otras palabras, si un danés logra que se elimine una publicación, esta seguirá siendo visible desde otros países.

Finalmente, la propuesta prevé una excepción. Por razones de libertad de expresión, los deepfakes con fines satíricos no serán sancionados. Esto plantea preguntas: ¿cómo distinguirán las autoridades danesas entre un vídeo con fines paródicos y uno con fines acosadores?