En Portugal, un bastión histórico de la izquierda se ha convertido en una “nueva Ibiza”
El municipio de Grândola, en la región del Alentejo, experimenta un crecimiento turístico desenfrenado: los hoteles de lujo se multiplican, acogiendo a una clientela cada vez más adinerada. Una transformación sorprendente para esta región, antaño muy popular, según informa el semanario «Sábado».
En Grândola, «el lujo manda», titula el semanario Sábado en la portada de su edición del miércoles 11 de junio. La frase es un guiño a la canción «Grândola, vila morena» del compositor portugués José Afonso, que se convirtió en el himno de la «revolución de los claveles» en 1974. El artista afirma que, en este pequeño pueblo del Alentejo, bastión histórico de la izquierda, «es el pueblo quien manda».
Aunque el alcalde sigue siendo comunista hoy en día, la era de la popular Grândola ha terminado definitivamente, informa la revista. En Troia, Melides y Comporta, tres pueblos costeros pertenecientes al municipio de Grândola, «[edificios] multimillonarios están proliferando como hongos». A lo largo de un reportaje de 14 páginas, Sábado describe el crecimiento desenfrenado del turismo, con la construcción de elegantes hoteles y la llegada de una cohorte de estrellas. «En diez años, Grândola se ha convertido en uno de los ayuntamientos más ricos del país y recibe visitas de celebridades internacionales. Pero el crecimiento es difícil: hay escasez de viviendas, mano de obra y transporte, y se teme que el último rincón virgen de la costa portuguesa quede destruido».
Las celebridades pueden gastar millones de euros para adquirir una propiedad en esta "nueva Ibiza" , también conocida como "los Hamptons de Europa Occidental". Por supuesto, el municipio tiene un interés particular en ello. En 2023, el impuesto de transmisiones patrimoniales, el impuesto que aplican las autoridades locales cuando una propiedad cambia de propietario, generó 34,5 millones de euros, o 2.435,80 euros por habitante, el mejor resultado del país. Por otro lado, el precio medio por metro cuadrado en la zona de Grândola (4.500 euros) ya es el tercero más alto del país, por detrás de Lisboa y Cascais.
Y se espera que este crecimiento se dispare aún más con los próximos proyectos inmobiliarios. El multimillonario francés Claude Berda, por ejemplo, planea construir más de 800 casas de lujo, cuatro hoteles y dos campos de golf en Comporta y sus alrededores... para gran consternación de los grupos ambientalistas. En total, se espera que la costa de Grândola cuente con 20.000 habitaciones de hotel en diez años. «Las inversiones en turismo de lujo prometen movilizar más de 4.000 millones de euros a nivel local», afirma el titular. Las consecuencias sociales y ambientales ya son visibles: grúas y vallas se han convertido en parte del paisaje, y el acceso a la playa está cada vez más privatizado.
